31 mar 2010

Psicosis II: El regreso de Norman (Psycho II)



He de reconocer que como muchas otras personas, la idea de hacer una continuación del gran clásico de Alfred Hitchcock me parecía tan abominable como a cualquiera. Más aún después de Psicosis IV: El comienzo (Psycho IV: The Beginning, Mick Garris, 1990), un mediocre telefilme que vi una tarde de domingo. 

El tiempo pasó.

Una tarde buscando una edición en DVD de Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960) encontré un pack que incluía la edición que quería de la película, además de todas las continuaciones. Como el precio estaba tirado, compré el pack. Vi Psicosis, genial, muy bien. Luego puse el disco de Psicosis II: El regreso de Norman (Psycho II, Richard Franklin, 1983). La película empezó. Y me quedé alucinado. No sólo estaba disfrutando enormemente de Psicosis II, es que en ciertos aspectos la estaba disfrutando más de lo que había disfrutado Psicosis.

La razón de ello radica en que en la primera entrega, la historia de Norman Bates (Anthony Perkins) sólo ocupa media película (literalmente, unos 45 minutos), mientras que la otra mitad gira en torno al robo del dinero por parte de Marion Crane (Janet Leigh), que una vez vista la película por primera vez, deja de interesarme. En cambio, la segunda entrega se centra en Norman Bates y en su lucha por permanecer cuerdo.

La historia arranca veinte años después del final de la primera. Norman Bates es liberado del manicomio en el que estaba encerrado ya que, supuestamente, se ha curado. Pronto vuelve a su casa donde tiene un trabajo como cocinero en un restaurante cafetería de estos americanos. Allí conoce a Mary (Meg Tilly), una atractiva jovencita con la que hará migas. Sin embargo, pronto empieza a recibir llamadas y notas de parte de su madre muerta al tiempo que unos misteriosos asesinatos empiezan a tener lugar. ¿Ha vuelto de nuevo Norman a las andadas? ¿O hay otro asesino correteando por ahí? Sea como sea, pronto el Bates Motel reabrirá sus puertas.

La estilizada dirección de Richard Franklin y el complejo guión de Tom Holland son las grandes bazas que hacen funcionar a esta película. Estrenada en 1983, se nota la influencia de las tendencias de la época. Influencias del slasher, del cual Psicosis es un claro precedente, y, además, de la tendencia a ponerse de parte del monstruo, en este caso Norman Bates. Es decir, durante la película no podemos evitar sentir simpatía hacia él, rogando que permanezca cuerdo a pesar de todas las alucinaciones y llamadas de ultratumba.

Si bien, como he dicho antes, Psicosis es una película claramente superior por la dirección, el montaje y la influencia que ha tenido posteriormente, para mí la segunda parte es mucho más disfrutable porque me tiene todo el rato preguntándome que demonios está pasando. En otras palabras, una la disfruto con el cerebro y la otra con el corazón. Más tarde me enteré que gente como Quentin Tarantino y Harry Knowles también prefieren la segunda parte a la primera. Bueno, al menos no estoy solo.

Dejaos de prejuicios como hice yo y echadle un vistazo.

30 mar 2010

Buffy, la cazavampiros (Buffy the Vampire Slayer)

Buffy, la cazavampiros es la gran película que inspiró la genial serie de televisión... si nos encontráramos en una realidad paralela cortesía del Vigilante de los cómics Marvel. Pero es cierto que si el resultado de la película no hubiese sido tan desastroso es posible que Joss Whedon no lo hubiese intentado de nuevo en la televisión. Y es posible que en lugar de siete fantásticas temporadas tuviésemos toda una saga de películas. ¿Quién sabe? Yo no.

Como toda persona de buen gusto sabe, el personaje de Buffy fue creado por Joss Whedon una noche después de ver una mala película de terror en la que una rubia era perseguida por un monstruo. Entonces se le ocurrió, ¿y si la rubia persiguiera al monstruo? Poco después se puso manos a la obra y escribió el guión de Buffy, la cazavampiros. El guión fue comprado por la Twentieth Century Fox. La Fox puso como productor y director a Fran Rubel Kuzui que básicamente destrozó el guión de Whedon y convirtió la película Buffy en el bodrio que es hoy.

En varias entrevistas, Whedon comenta el doloroso proceso de ver como personas que no entendían el material sobre el que estaban trabajando destrozaban la historia simplificándola, eliminando todo lo que no fuera comedia del guión. Un gran error ya que si Buffy se convirtió en una gran serie es por dos motivos principales: su efectividad como metáfora de la vida desde la adolescencia a la madurez, con todos sus miedos y frustraciones de una banda; y la mezcla de tonos y géneros como la comedia, el terror, la ciencia-ficción y la aventura de la otra.  Lo que añade sal a la herida es que viendo la película puedes detectar aquí y allá alguna línea de diálogo que es puro Whedon, los únicos breves momentos que valen la pena de la película.

En cuanto al cásting, tenemos a Kristy Swanson haciendo de Buffy y a Luke Perry como el interés romántico. ¿Recordáis Al salir de clase? El mismo efecto, gente de casi treinta años haciendo de adolescentes. Como curiosidad, una joven (esta sí) Hilary Swank interpreta una de las amigas de Buffy. También tenemos a Donald Sutherland, Rutger Hauer, Paul Reubens, David Arquette... De nuevo, un buen reparto atraído por un buen guión que luego es completamente desperdiciado. Lo que de nuevo te hace lamentar que no hubiesen sido fieles al guión de Whedon. Por otro lado, Luke Perry es un actor limitado como demuestran sus otras películas como... mmm, bueno, en Sensación de vivir tenía dos modos: cejas arriba (sorpresa, alegría, amor) y cejas abajo (tristeza, enfado, introspección). Kristy Swanson es muy atractiva, sí, pero poco más. Después de ver lo que Sarah Michelle Gellar hizo con el personaje durante siete años, la actuación de Swanson sale aún peor parada.

Pero a lo mejor estáis pensando: "bueno, sí, la película es un churro pero a lo mejor todo son excusas de Whedon y su guión tampoco era para tirar cohetes". Vale, es justo. En ese caso lo que podéis hacer es comprar Buffy Cazavampiros Omnibus vol.1 publicado por Norma Editorial en el que aparece una adaptación del guión de Whedon al cómic por Christopher Golden y compararlo con la película. Yo lo he hecho porque soy así de friki.

Echando la vista atrás, en realidad fue una suerte que se cargasen el guión de Whedon, porque si no a lo mejor no hubiésemos tenido:



La serie de televisión ha generado cómics, novelas, un spin-off, CDs, una serie de dibujos y merchandising para parar un tren. Con los vampiros otra vez de moda por la saga Quétruño, quiero decir Crepúsculo, en la Fox ha habido rumores de hacer volver a Buffy a la gran pantalla, pero sin Joss Whedon y con los que hicieron la primera película de nuevo al frente. Claro, no usemos al tipo que la creó y convirtió en un éxito sino a los que casi la hacen desaparecer. Por fortuna, parece ser que la reacción en contra a través de internet de los fans ha parado esta idea. De momento, Whedon parece bastante ocupado con otros proyectos como para afrontar una película de Buffy. Y sin Whedon, la perspectiva de una película de Buffy pierde atractivo.

No puedo recomendar esta película a nadie más que a algún fanátic@ de Buffy que tenga curiosidad por ver una versión alternativa de Buffy que le hará apreciar más aún la serie de televisión. Y digo alternativa en el sentido que así está vista en el contexto del Buffyverso. Lo notaréis por detalles como que en el primer episodio se hacen referencia a sucesos que no ocurren en la película, pero sí en el guión de Whedon.

29 mar 2010

The Wizard of Gore - Oferta: 2 al precio de 1


The Wizard of Gore fue estrenada en 1970, casi un preludio de la tremenda violencia y terror visceral que se adueñarían de esta década. Producida y dirigida por Herschell Gordon Lewis, con un guión de Allen Kahn, ésta es una de sus películas en las que las escenas gore son realmente impactantes, aunque no por ello menos primitivas que en sus otros films.

Sin embargo, más allá de las escenas sangrientas, The Wizard of Gore destaca de las otras opus sangrientas de Lewis por su argumento. Realidad y fantasía se mezclan de manera que uno no sabe qué es real y qué no, derivando en uno de los finales más confusos que recuerdo haber visto jamás. Entiendo que esto a mucha gente le puede causar rechazo pero el hecho que gran parte de la película no tenga ningún sentido para mí es un plus. Claro que la primera vez que vi The Wizard of Gore fue a altas horas de la madrugada lo que contribuyó a mi confusión, pero en posteriores visionados gran parte del absurdo, por fortuna, sigue ahí.

La historia gira alrededor de Montag, el Magnífico (Ray Sager), un mago que lleva a cabo unos espectaculares trucos en los que hace subir a jóvenes señoritas al escenario y las parte por la mitad o las abre en canal de maneras tremendamente sangrientas. Una vez terminado el truco, las voluntarias parecen estar bien, pero más tarde aparecen muertas de la misma manera que en el escenario. La reportera Sherry Carson (Judy Cler), después de asistir a uno de los shows de Montag, empezará a investigar este misterioso asunto.

Después de las escenas sangrientas, lo que más llama la atención de esta película es la exagerada sobreactuación que hace Ray Sager. ¿Hasta que punto se debe a algo intencionado o al limitado talento de Sager? Quién sabe, pero la cara de maníaco placer cuando lleva a cabo toda clase de perrerías resulta perturbadoramente divertida. Como si disfrutase un poquito demasiado. Por contraste, el resto de actuaciones resultan un dechado de sutileza dramática.

Su siguiente film gore, The Gore Gore Girls (1972), esta considerado como el más gore de todos ya que iba a ser el último Lewis se decidió a tirar la casa por la ventana, por lo menos lo era hasta que el 2002 estrenó Blood Feast 2: All U Can Eat, pero el tono de comedia de The Gore Gore Girls rebaja el impacto que tienen las escenas sangrientas, mientras que la seriedad y el surrealismo de The Wizard of Gore hace que sus tormentos y asesinatos sean más impactantes desde mi punto de vista.



El 2007 se estrenó un remake de The Wizard of Gore con guión de Zach Chassler y dirección de Jeremy Kasten. He de decir que lo que me llevó a ver este remake fue una crítica que leí en DVDTalk, en la cual ponían a parir la película. Las razones que aducía el crítico para ponerla de vuelta y media era que al final uno no sabía si lo que había pasado realmente había pasado y que resultaba demasiado confusa en algunos puntos. Motivos que encontré sumamente atractivos.

Wizard of Gore no es tan absurda y delirante como la original. En realidad, la historia se puede seguir bastante bien y no la encontré confusa en absoluto. Es cierto que la intención de Kasten era hacer una película que, en sus palabras, fuera un "mindfuck", pero si uno sigue atento la película resulta claro lo que está pasando y todo queda bien resuelto.

En esta versión el argumento sigue a Ed Bigelow (Kip Pardue), personaje algo irritante que se dedica a buscar espectáculos alternativos y arte de vanguardia para publicarlo en su revista de tendencias. Un día va con su novia Maggie (Bijou Phillips) a ver un espectáculo de magia. Como habréis adivinado se trata del show de Montag, el Magnífico (Crispin Glover). Ed queda impresionado por el sangriento show y su puesta en escena, pero la impresión se convertirá en obsesión a medida que sus días y noches empiecen a poblarse de pesadillas y alucinaciones.

La película cuenta con cameos de grandes del género como Jeffrey Combs y Brad Dourif, pero la presencia más celebrada es la de The Suicide Girls. Estas pin-ups góticas interpretan a las víctimas de Montag, mostrando todos sus encantos en el proceso.

El remake de The Wizard of Gore resultó ser mejor de lo que me esperaba, se puede disfrutar sin conocer el original y conociéndolo también.

27 mar 2010

House of the Dead


House of the Dead es una mala película. Y cuando digo mala película quiero decir que su guión está cargado de tópicos, los actores ofrecen una interpretación al nivel de Garganta Profunda y la dirección es torpe, plana y repetitiva. Pero es tan torpe y mala que me hace reír. Mucho. Y ése es el único mérito que tiene esta "película". Es también una excusa para hablar de la fascinante figura que es su director, el alemán Uwe Boll.

Se ha dicho de Uwe Boll que es el Ed Wood moderno. Algo completamente injusto, las películas de Ed Wood, especialmente Glen or Glenda, tienen un valor surrealístico que las "películas" de Boll no alcanzan. Lo realmente fascinante es que mientras que ninguna de sus "películas" ha dado dinero ni ha tenido ningún tipo de éxito (no digo ya comercial, sino crítico o como películas de culto), cada vez tiene más dinero y mejores actores para hacer peores películas. Aparentemente la clave para este misterio se encuentra en que tiene su propia compañía productora a través de la cual financia sus "películas" y por ciertas lagunas y leyes de Alemania, la compañía recibe dinero triunfe o no el producto que ofrecen.

Boll no es ajeno a la marabunta de críticas negativas que hay de sus "películas", especialmente en internet donde incluso se hicieron peticiones on-line para que Boll dejase de atentar contra el cine. La cosa llegó hasta el extremo que Boll se enfrentó en diversos combates de boxeo a sus críticos, ya que había asegurado que si alguno le ganaba dejaría el mundo del cine. Por desgracia, ganó.





House of the Dead es la única "película" de Boll que he visto hasta ahora entera. El resto las he parado a la media hora o veinte minutos ya que es el máximo que he podido soportar. Filmando como hace tres o cuatro "películas" al año, tarde o temprano Boll tiene que hacer una que se pueda ver sin tener que hacerla soportable mediante burlas. Me pregunto si entonces el mundo llegará a su fin.

26 mar 2010

Tenacious D in The Pick of Destiny


Tenacious D es un dúo musical formado por Jack Black y Kyle Gass. Si bien son sólo ellos dos, sobre el escenario se comportan como si tuvieran toda una banda de rock dándoles apoyo. Sus letras parodian los géneros y clichés típicos de las canciones de rock y en su disco homónimo se burlan de la trayectoria de bandas como Led Zeppelin, reflejando conflictos y separaciones de la banda para reunirse de nuevo  y hacerse millonarios. Se convirtieron en personajes en una breve serie televisiva, donde reflejaban su lucha para convertirse en estrellas. Lo divertido del concepto en la serie es que actuaban como si fueran genios del rock, pero eran bastante malos, cosa que se refleja en las reacciones del sufrido público.



En el 2006 hicieron la película que cuenta la historia de este singular dúo y su búsqueda del estrellato. Para ello irán en busca de la mítica Púa del Destino, que tiene el poder de convertir a quién la posea en estrella del rock gracias a sus poderes satánicos. La película fue escrita por Jack Black, Kyle Gass y Liam Lynch, reciclando algunos detalles y canciones ya vistos en la serie, pero creando también toda una nueva historia (y nuevas canciones).

La película es muy divertida, si te gusta Jack Black y la música que hacen. Yo, por mi parte, la disfruté mucho. Además, como suele ser habitual en estas comedias hechas entre amiguetes, hay diversos cameos cortesía de Ben Stiller, Tim Robbins, David Grohl, Meat Loaf, John C. Reilly y Ronnie James Dio. El más espectacular el de David Grohl y el más divertido el de Tim Robbins.

Siendo fan como era del grupo, esperé ansioso a que se estrenara la película. Se supone que la película tenía que estrenarse el 27 de julio del 2007. Y, o bien no la estrenaron en Barcelona, cosa que cuesta de creer, o algo pasó; porque no vi la película en ningún lado. En fin, es bastante fácil de encontrar de importación. De paso, echadle una oreja a los dos discos que tienen editados.

25 mar 2010

La invasión de los zombis atómicos (Incubo sulla città contaminata aka Nightmare City)


En 1980, Umberto Lenzi se embarcó en una odisea zombi de sutil título. Protagonizada por Hugo Siglitz (sí, como el personaje que aparece en Malditos Bastardos de Tarantino), Laura Trotter, Maria Rosaria Omaggio y Paco Rabal.

Stiglitz es el reportero Dean Miller. Durante un reportaje que cubre la llegada de una importante personalidad será testigo del brote de una extraña enfermedad. ¿Es posible que haya sido la fuga de unos residuos tóxicos la que haya convertido personas normales en maníacos? No sólo eso. Cientos de personas se ven convertidas en muertos vivientes que se mueven a velocidad de vértigo con un único objetivo: matar a cuanta más gente mejor. La única manera de pararlos: una bala en el cerebro. Mientras Dean Miller intenta reunirse con su mujer, la doctora Anna Miller (Trotter). El comandante Warren Holmes (Rabal) intentará encontrar una solución a la terrible situación.

Para mí hay dos tipos de pelis de zombis: A, en la que una serie de personajes intentan sobrevivir encerrados en un lugar al ataque de los zombis; y B, en la que diferentes personajes viven diferentes situaciones hasta que se reúnen para el clímax. Por ejemplo, en la categoría A tendríamos películas como La noche de los muertos vivientes de George A. Romero y en la B Nueva York bajo el terror de los zombis de Lucio Fulci. No significa que las de una categoría sean mejores que las otras, sólo es una forma de clasificar. La invasión... pertenece a la B. El protagonista principal es Stiglitz, y al final descubrimos que hay una razón para ello, pero hasta aquí puedo leer. Por otro lado, todos aquellos supuestos puristas del cine de zombis que dicen que los zombis modernos que corren no les parecen bien, harían bien en repasarse a fondo las películas del género. Como he dicho más arriba, los zombis en esta película no sólo son rápidos sino que  incluso usan armas para cargarse así a más gente.

Originalmente se estrenó una versión censurada en Estados Unidos con el título City of the Walking Dead. Sin embargo, la compañía Blue Underground la ha editado en DVD sin censurar y en toda su sanguinolenta gloria con el título original Nightmare City. De momento no hay edición española de la película. Advertencia: el tráiler es bastante gore, si no os gustan este tipo de cosas no lo miréis.

24 mar 2010

El carnaval de las almas (Carnival of Souls)


Ahora que el clásico de 1962 Carnival of Souls se ha estrenado en DVD en nuestro país, parece ser un buen momento para dar a conocer esta tenebrosa y bella joya dirigida por Herk Harvey.

La inspiración para la película le vino a la cabeza a Herk Harvey mientras conducía de noche de vuelta a casa desde una localización. Pasó al lado de una gran sala de baile que se pudría en el puerto de Salt Lake City, la cual le pareció que sería la localización ideal para una película de terror. Cuando llegó a casa se puso en contacto que su amigo y guionista habitual John Clifford. Éste se puso inmediatamente a escribir la historia de una joven organista, interpretada en la pantalla por Candace Hilligoss, que después de sobrevivir un accidente de coche será atormentada por extrañas visiones de un hombre que la persigue, el propio Herk Harvey interpretando un papel no acreditado.

En el documental Schlock! The Secret History of American Movies de Ray Green, éste asegura que si Carnival of Souls se hubiese estrenado con el nombre de algún prestigioso director europeo o americano habría sido saludada como un nuevo clásico. Pero, como apareció firmada por un director de films industriales y publicitarios, fue ignorada y relegada al olvido. Y razón no le falta. Cuesta creer que esta maravillosa metáfora sobre la soledad y la incomunicación cargada de un melancólico suspense no fuera reconocida por sus méritos hasta más de veinte años después de ser filmada. Es a finales de los ochenta cuando Carnival of Souls es resucitada y se le dedican unos muy merecidos homenajes.

Harvey crea una atmósfera en su película por un lado tremendamente inquietante y perturbadora. Sus continuas apariciones como el desconocido que atormenta a la pobre Mary Henry de Hilligoss resultan efectivas en no sólo asustar sino en hacer que Mary se vaya acercando al borde de la locura. Al mismo tiempo, la tristeza impregna el film cuando nos muestran la soledad y la incapacidad de Mary para relacionarse con nadie. Es este subtexto el que hace destacar Carnival of Souls por encima de otras películas del género. Visualmente la película tiene un intencionado look europeo ya que Harvey quería que su film tuviese "el aspecto de una (película) de Bergman" y que "recordase a Cocteau".

Si leéis en otras webs y blogs comentarios sobre esta película veréis que rápidamente la relacionan con otros films relativamente recientes por su final. No entraré en detalles, pero creo que esa es una relación que se hace de forma demasiado rápida. Mi interpretación es diferente, aunque tampoco quiero decir que sea la única o que el resto se equivoque. Simplemente que hay más de lo que parece. Esas películas tienen más relación con un episodio de la primera temporada de La Dimensión Desconocida titulado El Autoestopista.

Todos aquellos que gusten de algo diferente se harán un favor viendo Carnival of Souls. Como decía al principio la película salió a finales del año pasado en DVD. Sin embargo, recomiendo mejor la edición que hizo Criterion. Es una edición muy cuidada, como todas las de esta empresa, que incluye la versión estrenada en cines y un montaje del director que ahonda más en la incomunicación de su protagonista. Me compré esta edición hará como unos 10 años, pero creo que todavía se puede encontrar.

23 mar 2010

Escuela de jóvenes asesinos (Heathers)


No hay malos géneros, sólo malos cineastas. Un género como la comedia adolescente puede ofrecer buenas películas como Desmadre a la americana (Animal House, John Landis, 1978) o Supersalidos (Superbad, Greg Mottola, 2007). Pero hacia finales de los ochenta, la mediocridad en el género era evidente. O por lo menos así se lo pareció a Daniel Waters, un fan de Stanley Kubrick que siguiendo los pasos de su ídolo se propuso escribir la comedia adolescente definitiva. El resultado fue Heathers, una satírica comedia más negra que el culo de un toro en una mina de carbón a medianoche.

La épica que escribió Waters tuvo que ser recortada para que la película no durase más de tres horas, pero los esfuerzos conjuntos de Waters, el director Michael Lehmann y la productora Denise Di Novi (que produjo para Tim Burton Batman Vuelve, Eduardo Manostijeras y Pesadilla antes de Navidad) consiguieron mantener el espíritu de Heathers intacto.

Protagonizada por Winona Ryder y Christian Slater, Escuela de jóvenes asesinos cuenta la historia de Veronica (Ryder), una adolescente que decidió hacerse amiga del trío más popular del instituto: las Heathers (Shannen Doherty, Lisanne Falk y Kim Walker). Crueles y superficiales, Veronica empieza a cansarse de las Heathers. Entonces llega J.D. (Slater), un joven rebelde con el que congenia enseguida. Veronica y J.D. planean gastarle una broma a Heather 1, después de una mala experiencia que pasa Veronica en una fiesta a la que Heather 1 la arrastró. La broma no sale bien y Heather 1 muere. Esta primera muerte generará una serie de reacciones y consecuencias que provocarán más muertes por parte de J.D. y, sin quererlo, Veronica.

En la película no hay institución a salvo. Los padres, ignorantes y desconocedores por completo de sus hijos, cargados de desidia. Los profesores, apáticos y desinteresados. Los estudiantes, estúpidos y superficiales. Todos son representados como hipócritas y homófobos. En un momento de la película el personaje de J.D. dice: "el problema no es que la sociedad no nos entienda en la escuela. El problema es que la sociedad es la escuela".

Desde su estreno en 1988, Heathers no ha perdido relevancia. Los adolescentes, ya sea americanos o europeos, de los ochenta o actuales; no han cambiado tanto. En una de las escenas vemos como una de las Heathers tiene una cita con una estrella del instituto. Ambos mantienen relaciones sexuales que consisten en: Heather tirada en el suelo mientras el chico torpemente le va quitando la ropa, casi arrancándosela, de manera que casi parece que la esté violando. Es un tipo de actitud hacia el sexo y las mujeres que no ha desaparecido. Otro detalle representativo es como después de muerta, Heather 1 se convierte en una persona amada y profunda por los que la sobreviven. Gente que ni la tragaba habla de lo maravillosa que era para aparecer en la tele.
Dejando de lado los aspectos sociales, Heathers destaca por sus diálogos. Daniel Waters creó un argot único para los adolescentes de la película (en la versión original, claro, no la doblada). El uso de términos  y expresiones como "very" o "I gotta motor" le dan un aire único y evitan la caducidad de la película. Sin olvidar frases míticas como "I love my dead gay son!" (amo a mi hijo gay muerto) o la que relaciona actos sexuales y una sierra mecánica:



En el momento de su estreno la película no funcionó. Principalmente a que no se supo vender bien. En un momento la película se promocionó con el título de Fatal Attraction, los pósters parecían más los pósters de una mala película erótica o de acción. El hecho de que la gente de marketing no supiera como venderla es indicativa de lo única y genial que es la película. Como suele pasar, el tiempo ha puesto las cosas en su sitio y hoy Heathers es valorada como la gran comedia negra cargada de sátira que es.

22 mar 2010

Los viajeros de la noche (Near Dark)


Kathryn Bigelow acaba de ganar un Óscar y eso la ha puesto en boca de muchos críticos de cine "respetables" que parece que la han descubierto para un público ignorante. Pero tú y yo sabemos la verdad. Kathryn Bigelow contaba ya con una gran legión de fans gracias a fantásticas películas como Los viajeros de la noche (Near Dark, 1987), Acero azul (Blue Steel, 1989), Le llaman Bodhi (Point Break, 1991) o Días Extraños (Strange Days, 1995). Por otro lado, la serie Crepúsculo amenaza con poner de moda un tipo de vampiro light, soso y nada peligroso, así que volver a Near Dark tiene aún más sentido: para recordar a la gente lo que es un vampiro de verdad.

Near Dark fue escrita a cuatro manos por Kathryn Bigelow y Eric Red (guionista de Carretera al infierno). La película explica la historia de Caleb (Adrian Pasdar), el cual una noche conoce a la bella Mae (Jenny Wright). Caleb nota que Mae no es una chica como las demás, sobretodo cuando la besa y ella le muerde el cuello. Después de un infructuoso intento de volver a casa, Caleb se verá obligado a seguir con la banda de Mae: Jesse Hooker (Lance Henriksen), Severen (Bill Paxton), Diamondback (Jennette Goldstein) y Homer (Joshua Miller). Mientras, el padre de Caleb, Loy (Tim Thomerson), iniciará una desesperada búsqueda tras su hijo.

La película tiene una estética que la separa del resto de películas de entonces, más en la línea de Jóvenes ocultos (The Lost Boys, Joel Schumacher, 1987): aire de videoclip cargado de neón y pelos crepados a tutiplén. Sin embargo, Near Dark está cargado con una atmósfera violenta, sucia y polvorienta. Los paisajes desérticos, los pueblos vacíos y los apartados bares de carretera son los lugares que habitan los vampiros de Bigelow. Lance Henriksen y Bill Paxton (junto con Jennette Goldstein, veteranos del Aliens de James Cameron) dominan la película. El Jesse de Henriksen es un vampiro veterano, peligroso y carismático. El Severen de Paxton es un psicópata sanguinolento que disfruta matando. Hay una famosa escena ambientada en un bar donde vemos como todos los clientes son masacrados por la banda de Jesse, en la que Paxton sobresale como alegre sádico asesino. Es también una escena en la que Jenny Wright baila al ritmo de una canción de los Cramps. Y cualquier película con una canción de los Cramps en la banda sonora es buena.

Esto es lo que yo llamo un vampiro de verdad.
 Después del estreno de Crepúsculo (que es al cine de vampiros lo que High School Musical es al musical adolescente) se hizo una nueva edición en DVD de Near Dark imitando el póster de la sosería vampírica. Lo que me habría gustado ver la cara de la engañada adolescente que la alquilase pensando ver otra ñoñería vampírica y se encontrase un auténtico despliegue de sangre, sexo y muerte. Que es de lo que tratan los vampiros. En nuestras lares, la película ha sido editada en DVD en una buena edición, aunque he de advertir a aquellos que no les guste ver las películas en versión original que el DVD no incluye pista en castellano. Me extraña, porque yo vi originalmente la película en vídeo, o sea que fue estrenada en nuestro país. A mi me da igual, pero ya lo sabéis.

Near Dark no es sólo una gran película de vampiros: es una gran película de terror. Su influencia se ha dejado notar en films como la también fantástica Vampiros de John Carpenter (John Carpenter's Vampires, 1998) y la regular Los Malditos (The Forsaken, J.S. Cardone, 2001). Un clásico que no os podéis perder.

20 mar 2010

Todos los hombres del presidente (All the President's Men)


Dirigida por Alan J. Pakula, un director que oscilaba entre el cine independiente y el de estudio, Todos los hombres del presidente, estrenada en 1976, es una evidencia más de porqué la década de los setenta está considerada como la década de oro del cine americano.

La película cuenta cómo los periodistas Carl Bernstein (Dustin Hoffman) y Bob Woodward (Robert Redford) descubrieron el escándalo Watergate que significó la dimisión de Richard Nixon. Siguiendo el libro que escribieron Woodward y Bernstein, en un guión adaptado por William Goldman, Pakula narra con gran naturalismo la odisea de estos periodistas, dejando que sean los mismos hechos los que nos enganchen a la pantalla. Y funciona. Desde el principio, la película resulta trepidante y fascinante a pesar de que ya sabemos perfectamente todo lo que sucedió, siendo el proceso mismo de descubrir los hechos lo que nos mantiene al borde del asiento. La sutileza de la dirección de Pakula hace que la historia cobre vida y nos mete en la piel de los periodistas. Una secuencia consiste en Redford hablando por teléfono. Al principio de la misma vemos el entorno y somo conscientes de lo ruidosa que es la redacción de un periódico, pero a medida que la conversación avanza la cámara se cierra sobre Redford, aislándolo de su entorno y a nosotros con él.

No hace mucho vi un documental en la TV3 que contaba como las ventas de periódicos han bajado desde que apareció internet. Ponía por ejemplo como un quiosco dentro de la facultad de periodismo sobrevive gracias a las chucherías. En la facultad de periodismo. Paralelamente mostraba las dificultades que atraviesan los periodistas en Estados Unidos, donde cada vez es más difícil, por no decir imposible, seguir y trabajar en una noticia como lo hicieron Woodward y Bernstein y otros periodistas en su momento. Es una lástima, ahora la gente cree antes lo que lee en el Facebook que en los diarios. Aunque algo de culpa también la tienen los mismo periódicos, que muchas veces han manipulado información por intereses políticos. Por ello, esta película es ahora más importante, para recordarnos a todos el poder de la prensa y como puede protegernos de aquellos que quieren saltarse las leyes y las normas.

Todos los hombres del presidente se puede disfrutar también como una gran película detectivesca, posiblemente por ello David Fincher la usó como inspiración en la que es para mí su mejor película: Zodiac. Aparte de tener el mismo compositor, David Shire, Fincher introdujo homenajes a Todos los hombres del presidente en su película.


Después de Todos los hombres del presidente, puede ser una buena idea ver El desafío - Frost contra Nixon (Frost/Nixon, 2008). Dirigida por Ron Howard, es una adaptación de la obra de teatro homónima de Peter Morgan. La película narra el proceso tras unas famosas entrevistas que llevó a cabo el presentador David Frost a Richard Nixon. Michael Sheen en la piel de Frost y Frank Langella como Nixon llevan a cabo un excelente trabajo. Tuve la oportunidad de ver la obra de teatro en Barcelona y puedo decir que la película es tremendamente fiel a la obra, seguramente ya que el guión corrió a cargo del mismo Peter Morgan. De nuevo, sólo gente hablando pero tremendamente trepidante.

19 mar 2010

Los pasajeros del tiempo (Time After Time)


Nicholas Meyer, el director de la clásica Star Trek II: La ira de Kahn, pone a H.G. Wells (Malcolm McDowell) tras la pista de Jack el Destripador (David Warner). Wells viajará del Londres de 1893 al San Francisco de 1979 para atraparlo. Para ello usará una máquina del tiempo que acaba de inventar.

Meyer compró los derechos de la historia a su amigo Karl Alexander. Mientras Alexander terminaba la novela, Meyer fue escribiendo el guión; parecido a lo que hicieron Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke con 2001, una odisea espacial

El principio de la película recuerda a la clásica y fantástica adaptación que hizo George Pal en 1960 de la novela de Wells The Time Machine, que aquí titularon: El tiempo en sus manos. Lo curioso es que los efectos especiales de la película de 1960 están mucho más logrados y son más creíbles que en la película de Meyer. Pero lo que más interesa a Meyer no es tanto la historia de suspense sino la historia de amor entre Wells y la joven del siglo XX Amy (Mary Steenburger). Una historia de amor que se reprodujo tras las cámaras, McDowell y Steenburger mantuvieron una larga relación tras completar esta película. En el DVD, McDowell comenta una escena durante la cual mientras el estaba fuera de cámara le confesó sus sentimientos a Steenburger, quedando la reacción de ella conservada para siempre en la película. 

Otro de los aspectos que Meyer trata es el comentario social. La violencia en nuestra sociedad que Wells imaginaba erradicada para cuando se llegase a las últimas décadas del siglo XX. Wells (el real) fue un precursor del socialismo y de la igualdad entre hombres y mujeres. Si habéis leído La Guerra de los Mundos, recordaréis que Wells muestra compasión y empatía hacia los marcianos a pesar de las tropelías que cometen. En la superficial y violenta sociedad del siglo XX Wells se siente fuera de lugar, perdido. El Destripador, por otro lado, se adapta rápidamente a su entorno, sin pérdida de tiempo se vuelve a dedicar a sus actividades favoritas al poco de llegar a 1979.

Si bien se excede un poco el tiempo en mostrar a Wells en la típica situación de "pez fuera del agua", la película conserva su encanto, resultando en un agradable entretenimiento. Y si no habéis leído ninguna obra de H.G. Wells, ya iría siendo hora.

18 mar 2010

Something Weird


He aquí una película que da lo que su título promete: algo raro. Y tan raro. Esta producción de 1967 del creador del cine gore y maestro de la exploitation, Herschell Gordon Lewis, nos ofrece una historia de brujería, telequinesis y LSD tremendamente disfrutable. Aunque el guión no corre a cargo de Lewis sino de James F. Hurley, que si no entendí mal era un creyente en la telequinesis y otros fenómenos de la mente que pretendía dar a conocer con esta película toda esta fenomenología.

Es verdad que valoro mucho más una película hecha sin dinero ni medios que la que ha tenido las facilidades de un estudio. Las películas de Lewis y de otros cineastas como él eran auténticas películas independientes, filmadas con lo que había mano y actores aficionados. Estos elementos producen películas que no se parecen en nada a las películas de estudio o al cine de autor o comprometido. La textura de estos films es única. Something Weird es la prueba de ello.

Explicada con una gran economía narrativa, ya que llenar las cámaras es caro, cada vez que hay un cambio de plano o un inserto sabes que realmente tiene un significado. Es importante porque de otro modo no se habrían gastado el poco dinero que tenían en hacerlo. La película empieza con un asesinato. Luego nos presenta al doctor Alex Jordan (William Brooker), un chulopiscinas que trabaja para el gobierno en una rama que se dedica a investigar casos con una posible implicación telequinética o telepática. De ahí pasamos a Cronin Mitchell (Tony McCabe), un ingeniero que sufre un accidente eléctrico que tiene dos consecuencias: le desfigura el rostro y despierta en él poderes mentales. Esto llama la atención de una bruja (Mudite Arums), que le ofrece un trato: será su amante y a cambio ella le devolverá su hermoso rostro. Para los demás, la bruja adopta las curvas de Ellen Parker (Elizabeth Lee). Cuando a Mitchell le pidan investigar unos asesinatos, la historia se complicará (más).

Something Weird es un gran espectáculo hipnótico. Atrapado en la enrevesada trama, uno se deja llevar por la colección de personajes bizarros que pueblan este universo. Las alucinaciones psicodélicas o una secuencia en la que Alex Jordan es atacado por... ¡una sábana!, dejan una fuerte impresión en el espectador. Lewis era un experto en crear épicas a partir de la nada, parecía crecerse ante la escasez de medios. Sus dos anteriores películas, A Taste of Blood y The Gruesome Twosome, son auténticos tour de force hechos con cuatro duros. Aunque en Something Weird no hay el gore que caracterizó muchas de sus producciones es una película fantástica que sólo se parece a ella misma. Algo que desde luego no abunda. Además, la película bautizó el sello Something Weird Video, del que yo me alimento muy a menudo y de los que recomiendo ver el catálogo a todo aquél interesado en el cine bizarro y la exploitation.

17 mar 2010

¡Qué ruina de función! (Noises Off...)


Peter Bogdanovich dirigió en 1992 ¡Qué ruina de función! (Noises Off...), adaptación de una obra de teatro de Michael Frayn. La película refleja como se van degradando las relaciones de una compañía de teatro a medida que la gira en que se ha embarcado va avanzando.

Noises Off... es una descacharrante comedia que combina diferentes tipos de humor. O sea que hay algo para todos los gustos. Desde el slapstick hasta la farsa francesa. Yo personalmente prefiero el humor basado en diálogos, por eso me encantan los líos sintácticos de Dottie (Carol Burnett) o la manera en que Garry (John Ritter) no acaba una frase. Particularmente divertido me parece este diálogo, repito que es algo personal, entre Lloyd (Michael Caine) y Belinda (Marilu Henner), depués de buscar desesperadamente al borrachín Selsdon (Denholm Elliot):

Belinda: Aquí estaba todo el tiempo mientras lo buscábamos.
LLoyd: Ahí de pie, como el padre de Hamlet.

Otro:
Lloyd: Empiezo a saber como se sentía Dios cuando se sentaba en la oscuridad, creando el mundo.
Belinda: ¿Y cómo se sentía Lloyd querido?
Lloyd: Muy satisfecho de haberse tomado unos valiums.

La película tiene un gran reparto: Michael Caine, Carol Burnett, John Ritter, Christopher Reeve, Mark Linn-Baker... Todos al servicio de un gran guión cortesía de Marty Kaplan. Muy recomendable.

16 mar 2010

La noche de los generales (The Night of the Generals)


La noche de los generales (The Night of the Generals, 1967) es una interesante película dirigida por Anatole Litvak. La película narra la persecución por parte del Mayor Grau de un psicópata asesino que posiblemente sea un general alemán. Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, la película mezcla sucesos reales como el intento de asesinato de Hitler mediante una bomba con la trama de suspense.

En el reparto destaca Omar Sharif encarnando al oficial determinado a atrapar a su asesino sin importarle las consecuencias. Para su personaje la guerra es una molestia, un obstáculo más en su camino para conseguir desenmascarar a su objetivo. Los generales sospechosos del asesinato están encarnados por Donald Pleasence, Charles Gray y Peter O'Toole. Es éste último quién destaca entre ellos. Acostumbrado a verlo encarnar personajes mucho más simpáticos como Lawrence de Arabia, es interesante ver como se convierte aquí en un despiadado general nazi.
La película trata interesantes hechos éticos y morales en los más de veinte años que abarca la trama, de 1942 a 1965. Con toda la locura nazi de fondo, hay quién se plantea la validez de lo que se está haciendo, quién lo disfruta como una excusa para dar rienda suelta a sus propios instintos y quién no se plantea nada y simplemente hace lo que se le dice. Uno de los aspectos más interesantes cómo nos afecta el arte y cómo nos proyectamos en ella. Este tema se desarrolla más en la novela en que se basa la película, escrita por Hans Hellmut Kirst, pero da a lugar a una de sus mejores escenas, desde mi punto de vista.



La película ha sido editada en DVD por Columbia, dentro de su serie Clásicos y debería de ser relativamente fácil de encontrar. Es una película que hoy día parece algo olvidada pero a pesar de ello la han dado un par de veces por televisión. Es curiosa la estructura de la película, diferente de la del típico thriller de suspense, ya que sigue bastante de cerca la novela. Por si estáis interesados en ella, creo que hay una edición moderna a cargo de la editorial Berenice. Yo encontré una edición del Círculo de Lectores en una librería de segunda mano.

15 mar 2010

Lecturas Diabólicas (I, Madman)

             

 Hay pocas cosas en la vida que causen tanta satisfacción como descubrir pequeñas gemas. Maravillas de las que no has oído hablar y que esperan pacientemente a ser descubiertas. Un gran ejemplo de ello es Lecturas Diabólicas (I, Madman aka Hardcover, 1989), una delicia que descubrí en las estanterías de un videoclub hoy ya desaparecido.

Dirigida por Tibor Takács, director de otra maravilla ochentera: La Puerta (The Gate, 1987), I, Madman explica la historia de Virginia (Jenny Wright), una aspirante a actriz que de momento trabaja en una librería. Es allí donde descubre Much of Madness, More of Sin, una novela pulp de terror escrita por el desconocido Malcolm Brand (Randall William Cook) y protagonizada por el demente Dr. Kessler (también Randall William Cook). Después de disfrutar de ésta, Virginia intenta encontrar la otra novela que escribió el autor: I, Madman. No tiene mucha suerte hasta que un día la novela aparece en su puerta. Convencida que la ha dejado ahí su compañera de trabajo, Virginia empieza a leerla. Es entonces que empieza a ver al Dr. Kessler allí adonde va, breves apariciones que sólo pueden tratarse de alucinaciones provocadas por leer demasiado. Pero entonces, extraños asesinatos muy semejantes a los que aparecen en la novela empiezan a ocurrir. Virginia intentará convencer a su novio policía (Clayton Rohner) de que los personajes del libro están cobrando vida, sin mucha fortuna. Virgina deberá hacer algo deprisa si no quiere convertirse ella misma en un personaje de novela.

Esta película tiene muchos elementos que contribuyen a mi disfrute de ella. Por un lado tenemos el divertido homenaje que se hace al pulp terrorífico del que soy un gran lector. El guión de David Chaskin capta en las novelas de Malcolm Brand la esencia del pulp que se basaba en historias tremebundas, impactantes y adictivas. Por otro lado, hay una fantástica stop-motion cortesía de los efectos especiales de Randall William Cook, que también se encargó de la stop-motion de La Puerta. Además, como lector fanático me sentí completamente involucrado en los miedos de la protagonista de que aquello que está leyendo se esté haciendo realidad. A mi me pasa muchas veces que me involucro tanto con la lectura que pierdo el mundo de vista. Un poco como me pasa con las películas.

Lecturas Diabólicas es una perla a descubrir. Una película de terror inteligente y que no cae en el error de explicárselo todo al espectador; deja lugar a la imaginación de aquel que la está viendo. Para aquellos que no conozcan o no hayan leído nada de pulp terrorífico les recomiendo dos fantásticas antologías publicadas por la editorial Valdemar: Los hombres topo quieren tus ojos y Maestros del horror de Arkham House.

13 mar 2010

Destello azul (Blue Sunshine)


Obra de culto de Jeff Lieberman, director de otro clásico de culto: Squirm-Gusanos asesinos (Squirm, 1976), Destello azul (Blue Sunshine, 1977) es una producción de bajo presupuesto que lo que no tiene de medios lo gasta en imaginación.

Blue Sunshine cuenta como una serie de personas se quedan calvas de repente, sufren repentinos ataques psicóticos y se dedican a matar gente. Normalmente aquellas personas que en aquel momento estén cerca. Jerry Zipkin, interpretado por Zalman King, es acusado de uno de los crímenes que ha cometido uno de los calvos. Intentando demostrar su inocencia descubrirá que estos ataques repentinos están causados por un "mal viaje".

Zalman King, aparte de guardar un asombroso parecido con Sean Penn (que a punto estuvo de actuar en la peli), ofrece una actuación cargada de nerviosos gestos. El tipo parece realmente sonado, no es de extrañar que lo tomen por un psicópata. Cuesta de creer que el interés romántico de la película no lo envíe a tomar viento. De todas maneras, King es sólo un toque de histerismo más en una película de por sí bizarra. La forma en que Lieberman cuenta la historia la hace constantemente ir y venir entre la comedia y el suspense. Tiene escenas cargadas de dramatismo y suspense, pero algunos ataques están filmados con cierto tono humorístico. Resultado imagino de ver gente que se vuelve histérica cuando de repente pierde su hermosa cabellera. Por eso la película en la actualidad no funcionaría, a la que alguien pierde pelo, se hace un "Bruce Willis" y listo. Sin embargo, los setenta fueron una década peluda. Otro aspecto muy típico setentero es el LSD, que forma parte de la trama. Nunca he tomado LSD, y si un flashback de ácido te puede convertir en un maníaco calvo, creo que pasaré de tomarlo.

En el momento de su estreno, los punks fueron los únicos en saber apreciar este clásico. Proyectaban escenas del alegato anti-disco de la película en sus clubes. Como es habitual, a pesar de la mala distribución las buenas películas llegan a su público. Aunque no se ha editado en DVD en nuestro país, de importación, como suele ser habitual, podemos encontrar una edición especial a cabo de Synapse Films. Hubo una edición limitada que incluía un CD con la banda sonora. También podemos encontrar la peli sin extras en una de las "double feature" de la colección Elvira, Mistress of the Dark.

12 mar 2010

Tokyo Snuff (Shiryô no wana aka Evil Dead Trap)



¿Alguna vez os habéis preguntado que hubiera pasado si David Cronenberg fuera italiano? La respuesta se encuentra en Tokyo Snuff (Shiryô no wana, 1988), una película de Toshiharu Ikeda.

La historia arranca cuando la presentadora de un programa nocturno de vídeos (Miyuki Ono) recibe una misteriosa cinta. Cuando la pone en el reproductor ve que se trata de la filmación de un brutal y sangriento asesinato. Con el objetivo de aumentar la audiencia de su programa decide llevarse a su equipo a investigar si el vídeo es real o no. Cuando lleguen a la fábrica donde se filmó, la muerte empezará a perseguirlos uno a uno.

El mérito de que esta película se convirtiese en un clásico de culto es de Toshiharu Ikeda. Cuando él se incorporó al proyecto, el guión de Takashi Ishii consistía en un típico slasher en la que un estudiante loco se dedica a cargarse gente. La protagonista iba a ser Hitomi Kobayashi, ésta era por aquel entonces una estrella del porno (softcore, las escenas de sexo eran simuladas). Ikeda vio que no tenía suficiente talento para interpretar el rol principal, que fue a parar a Ono, y Kobayashi interpreta un papel secundario. Los siguientes cambios que introdujo Ikeda fue en el guión. De la típica película de terror pasó a ser algo bastante diferente, por decirlo suavemente.

Ikeda mezcla en la película un estilo que recuerda mucho a los giallos y películas de terror italianas, por el uso que hace de los colores y una banda sonora que se parece mucho a las que hacía Goblin para Dario Argento; con una manera energética de mover la cámara y con un guión que tiene toques del Cronenberg de la primera época. Todo esto además de un gran sentido del suspense que provoca angustia en el espectador y unos asesinatos gore muy espectaculares.

En su momento la película fue editada en videocassette por Manga Films dentro de su sello Gorgon Video. Sin embargo todavía no ha sido editada en DVD aquí. La podéis encontrar editada en DVD de importación (japonés con subtítulos en inglés) por Synapse Films con el título Evil Dead Trap. Manga Films también editó en vídeo la segunda parte con el título de La venganza sangrienta de Aki. No pude entender mucho de la película pero sí que no guarda ninguna relación con Tokyo Snuff. Sé que existe una tercera parte, pero no he podido verla aunque sé que tampoco guarda ninguna relación con la primera. 

Cuando descubrí esta película gracias a un pase nocturno por la BTV, Mike Hostench hizo una pequeña introducción presentando el film en la que destacaba que era una de las películas favoritas de Oliver Stone. De hecho, en la cubierta del DVD también aparece una cita de Oliver Stone alabando el film. No acabo de entender esta manía con Oliver Stone, pero si sois fans de él, ya lo sabéis.


11 mar 2010

Tron

Tron fue una película que vi a muy temprana edad (se estrenó en 1982) pero cuyas imágenes se quedaron conmigo, flotando por los rincones de mi cabeza. Hasta la llegada del DVD no tuve oportunidad de revisitar el fantástico universo que creó Steven Lisberger.

Lisberger tenía una compañía que de forma muy temprana empezó a hacer animación por ordenador. Convencido de que era el futuro empezó a desarrollar trabajos cada vez más complejos en ese, en aquella época, primitivo medio. Fue entonces que él y Bonnie MacBird empezaron a desarrollar la historia de Tron en la que un pirata informático es hecho prisionero por una supercomputadora en un mundo alternativo existente dentro de los ordenadores. En este mundo todos tenemos nuestra contrapartida informática, que refleja nuestra personalidad "cárnica".

Por aquella época la Disney no estaba pasando por su mejor momento. Sus películas de imagen real habían entrado en decadencia. Es en ese momento que producen una serie de extrañas películas que se apartaban ligeramente del entretenimiento familiar típico, sin dejar de ser películas para todos los públicos. Me refiero a curiosidades como El agujero negro (The Black Hole, Gary Nelson, 1979) y El carnaval de las tinieblas (Something Wicked This Way Comes, Jack Clayton, 1983). Películas que, al igual que Tron, en su momento fueron fracasos de taquilla pero que con el tiempo han ido ganando seguidores.

Protagonizada por Jeff Bridges, Bruce Boxleitner, Cindy Morgan y David Warner, Tron fue una película revolucionaria en el sentido que no sólo mezclaba personajes reales con animación, sino que también mezclaba animación tradicional con la realizada por ordenador. Ironías de la vida, en el momento de su estreno la Academia de Hollywood rehusó nominarla a los mejores efectos especiales, alegando que al haber utilizado ordenador habían "hecho trampas". ¡Ja! La de vueltas que da la vida.

Tron ha permanecido muy viva a lo largo de los años gracias por un lado a una trama que ha resultado muy influyente en la ciencia-ficción contemporánea (¡te estoy hablando a ti Matrix!). Por otro a la cantidad de videojuegos inspirados en los juegos que aparecen en la película, muchos lanzados por la propia Disney. También por su inconfundible estética y los diseños de Jean Giraud "Moebius". Para un ejemplo de su influencia sólo tenéis que ver el videoclip que hicieron los Strokes para su tema 12:51:


The Strokes - 12:51
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Durante mucho tiempo se comentó la posibilidad de hacer una continuación. Se hizo una secuela de la película en formato videojuego el 2003 llamada Tron 2.0. Sin embargo hemos tenido que esperar hasta este año para que por fin llegue una continuación a los cines: Tron Legacy. Ya iba siendo hora.

Tron es una película que, más allá de los avances tecnológicos que representó, tiene una trama interesante que se desarrolla a ritmo trepidante pero que no cansa. El mundo electrónico guarda además diferentes referencias escondidas por sus escenarios, que uno puede captar si está atento. Una de las cosas que personalmente me llamó la atención fue la religión de los programas. Muchos de ellos creen en unas entidades llamadas "usuarios", que existirían en un imaginario mundo exterior.

Resumiendo, Tron es un clásico de la ciencia ficción que se ha de disfrutar si no se ha hecho ya, y si no también. Para ello existe una fantástica edición de 2 discos que se puede encontrar fácilmente.


El tráiler de la segunda parte que quiero ver ¡ya! ¡YA! ¡YA!

10 mar 2010

Encantada. La historia de Giselle (Enchanted)


¿Qué pasaría si una princesa de cuento de hadas se encontrase de repente en nuestro mundo? Una cuestión que ha atormentado durante siglos a los filósofos y que Disney tuvo a bien de responder el año 2007 con Encantada. La historia de Giselle (Enchanted), dirigida por Kevin Lima.

Giselle (Amy Adams) es una bella princesa que por culpa de un hechizo llevado a cabo por la malvada reina Narissa (Susan Sarandon) queda atrapada en un horrible infierno: el Nueva York de hoy día. Allí conocerá a Robert Philip (Patrick Dempsey) y a su hija Morgan (Rachel Covey). Mientras, el príncipe azul Edward (James Marsden) intentará rescatar a su princesa, aunque el secuaz de la reina Nathaniel (Timothy Spall) intentará hacer lo posible por evitarlo.

La película parodia/homenajea las películas Disney de cuentos de hadas como La bella durmiente (Sleeping Beauty, Clyde Geromini, 1959), La Cenicienta (Cinderella, Clyde Geromini, Wilfred Jackson, Hamilton Luske, 1950) y, especialmente, Blancanieves y los siete enanitos (Snow White and the Seven Dwarfs, David Hand, 1937). Está llena de referencias a estas y otras películas, hechas con un tono burlón pero cariñoso. Es un poco como lo que hace la genial Galaxy Quest con Star Trek. El principio de la película está hecho siguiendo el estilo tradicional de animación en 2-D, que me hizo dame cuenta de lo mucho que echaba de menos este estilo de animación después de la avalancha de películas animadas por ordenador; muchas de ellas excelentes y geniales pero, igualmente, me gustaría ver en el cine más películas animadas tradicionalmente.

La película también tiene elementos de parodia del cine romántico y excelentes toques de humor que funcionan gracias al bien escogido reparto. Amy Adams, James Marsden y Timothy Spall parecen realmente sacados del mundo de la animación, especialmente Spall. Y Susan Sarandon como la reina malvada se lo pasa en grande, obviamente. Si hay algo que la Disney sabe hacer bien son los villanos y villanas. La película tiene además unos tronchantes números musicales cortesía de Alan Menken (Little Shop of Horrors).


Esta es una de esas películas que me gusta ponerme cuando estoy deprimido o bajo de moral porque no falla en hacerme sentir bien. Que, al fin y al cabo, es su objetivo principal. Siempre me llama la atención como muchas veces las películas que quieren hacerte sentir bien no son tomadas tan en serio como las que te deprimen. Como si fuera muy fácil. En todo caso, como decían los Fraggel, tus problemas déjalos y disfrutad de Encantada.

9 mar 2010

Star Trek: Primer Contacto (Star Trek: First Contact)



Como todo aficionado a Star Trek sabe, las películas pares de la saga son las buenas, las impares son reguleras (esta tendencia se ha interrumpido con el estreno de la nueva Star Trek de J.J. Abrams). De entre estas, una de mis favoritas es la octava entrega de la serie: Star Trek: Primer Contacto. Dirigida por Jonathan Frakes (Riker en la película) y con un estupendo guión a cargo de Brannon Braga y Ronald D. Moore (el artífice tras la nueva Battlestar Galactica). Esta entrega posiblemente guste mucho a todos aquellos nuevos a Star Trek y a los que les gustó la nueva película, ya que tanto el tono como el ritmo de la nueva es muy parecido a los de Primer Contacto. Y al igual que en Star Trek IV Misión: Salvar la Tierra y la nueva Star Trek, en Primer Contacto también tenemos viajes por el tiempo como parte de la trama.

La historia arranca cuando el capitán Picard del Enterprise empieza a tener pesadillas que le recuerdan su experiencia como prisionero de los Borg. Estos sueños presagian un ataque inminente de esta raza cyborg sobre la Tierra. Durante la batalla, cuando los Borg lo ven todo perdido, lanzan una nave que empieza a generar una corriente temporal. A salvo en la estela temporal de la nave Borg, la Enterprise observa como toda la Tierra ha quedado asimilada por los Borg en algún momento del pasado. Por supuesto, no tardarán en seguir a lo Borg para impedir que esta asimilación tenga lugar.

Creados en la serie Star Trek. La nueva generación, los Borg son producto de la influencia cyberpunk. Esta raza incorpora elementos robóticos a su cuerpo como manera de alcanzar la perfección. También como parte de su afán perfeccionista se dedican a asimilar otras razas dentro de la suya para incorporar sus virtudes. Los elementos característicos de los Borg hacen que esta entrega de la saga Star Trek sea disfrutable como una película de zombis, como ya escribió Jesús Palacios en Goremanía II

Esta entrega, además, se puede disfrutar aunque uno no sea seguidor de la serie a pesar de tener muchas referencias a la misma, al igual que con la nueva entrega.

8 mar 2010

Maratón Pam Grier

¿Qué mejor manera de pasar un domingo que en compañía de la diosa de ébano Pam Grier? La superestrella de la blaxploitation es la protagonista de estas fantásticas maravillas del celuloide. 

Black Mama, White Mama, 1973, Eddie Romero: Empezamos con una producción que quería ser la respuesta femenina a Fugitivos (The Defiant Ones, Stanley Kramer, 1958). Pam Grier es Lee Daniels, una prostituta que huye de unos mafiosos a los que les ha robado dinero. Por aquellas cosas de la vida es encadenada a la revolucionaria Karen Brent, a la que pone su carne Margaret Markov. Ambas no tardan en escaparse de la cárcel que las retiene, como el Equipo A, y empieza su desesperada huida. Perseguidas por la policía y la mafia, tendrán que unir sus fuerzas aunque no les guste. La película tiene una gran primera hora en la que recrea una mini película de mujeres encarceladas, escena de ducha incluida, consistiendo el resto de la película en la huida de la pareja encadenada. Aceptables dosis de violencia, algo de humor y inesperado clímax hacen de esta película un buen entretenimiento y una gran manera de empezar el maratón. La película fue rodada en las Filipinas, que es donde también se rodó la carta de presentación de Pam Grier: The Big Doll House y su continuación The Big Bird Cage. Las dos fueron dirigidas por Jack Hill. Uno de los actores favoritos de Jack Hill es Sid Haig, que aparece en las tres películas, al igual que el filipino Vic Díaz. 


Friday Foster, 1975, Arthur Marks: En esta película Pam Grier ya era una estrella. La película adapta una tira de prensa protagonizada por una fotógrafa que se mete en toda clase de líos. Pam Grier, por supuesto, es Friday Foster. Su jefe le encarga fotografiar la llegada del millonario Blake Tarr, el cual sufre un atentado. Foster es testigo y fotografía a los asesinos, que la empezarán a perseguir. A medida que Friday Foster investiga descubrirá un complot para matar a todos los líderes negros del país. En la película también interviene Yaphet Kotto como el amigo investigador de Foster, que le ayuda en los momentos peligrosos. Comparada con las otras películas, esta es bastante suave, y, de hecho, si no es por algún desnudo y la ocasional palabrota seguramente habría sido calificada para todos los públicos. Sin embargo, no deja de tener su encanto. Tiene un aire camp que la hace bastante divertida, así como varios toques absurdos del guión que le dan un aire psicotrónico. Aunque supongo que después del asesinato de Martin Luther King, la idea de un complot para asesinar a los líderes de la sociedad afroamericana no resultaba del todo imposible en su momento.


Coffy, 1973, Jack Hill: La película que convirtió en estrella a Pam Grier. Dirigida por su descubridor Jack Hill, como ya hemos mencionado antes, la película narra la venganza que Coffy lleva a cabo sobre unos traficantes. Mientras los estudios sólo querían un producto de acción para ganar algún dinero, Jack Hill dota a la película de una profundidad nada habitual en este género. El personaje de Pam Grier no es ningún ex-agente federal o policía embarcado en una cruzada personal, experto en armas y el combate cuerpo a cuerpo. Por el contrario, Coffy es una enfermera, una mujer que no tiene ningún entrenamiento especial y que usa su inteligencia para llevar a cabo su venganza. Destaca además el contenido político y las estadísticas que se dan sobre el efecto de las drogas sobre los niños, que eran los auténticos en aquel momento. Hill crea un gran personaje que Grier hace suyo por entero, aportando detalles de su propia experiencia. Además, destaca la habilidad del director para enlazar cada pequeño detalle que aparece en pantalla. También sale Sid Haig. Gran película, la mejor de las aquí comentadas, también tiene sus toques de pura exploitation, como la pelea entre Grier y una rival, así como abundantes dosis de violencia. Especialmente impactante resulta la escena que abre el film.


Foxy Brown, 1974, Jack Hill: De nuevo Jack Hill dirige a Pam Grier (y, en un pequeño papel, a Sid Haig) en otra historia de venganza. Teniendo historia similares y mismo director/guionista, Foxy Brown resulta muy diferente de Coffy. Pam Grier vuelve a encarnar a una mujer inteligente y fuerte, pero la película no es tan cruda, tiene más acción que violencia. El elemento político vuelve, reflejando las asociaciones y movimientos que la comunidad negra desarrolló en los setenta, como Black Pride o Black Is Beautiful. La película se ideó en un primer momento como una continuación de Coffy, lo que también explica los elementos comunes entre ambas. La villana es interpretada por Kathryn Loder que también aparece en The Big Doll House con Pam Grier y Sid Haig. Un gran final para el maratón, Hill vuelve a demostrar su habilidad para enlazar todos los elementos del guión, atando todos los cabos y sin dejar nada al azar. Todas y cada una de las situaciones están justificadas. Sin embargo, a pesar de lo que me gusta esta película, no puedo evitar preguntarme como habría resultado si los deseos de Hill se hubiesen cumplido y ésta hubiese sido la secuela de Coffy, que se iba a titular Burn, Coffy, Burn.