16 sept 2010

Punto límite: cero (Vanishing Point)

Este clásico de la carretera de 1971, dirigido por Richard C. Sarafian, va ganando con el tiempo un estatus de leyenda. Escrita por Malcolm Hart, Barry Hall y Guillermo Cabrera Infante (con el pseudónimo Guillermo Cain), la película ha visto como su protagonista, el conductor Kowalski (Barry Newman), se ha convertido en un símbolo de la rebelión contra las autoridades, de la libertad, aunque su viaje es más existencial que político. Vanishing Point ha penetrado en la cultura popular ya sea a través de las referencias directas como en Death Proof (2007) de Quentin Tarantino o la cita incluida en la canción Breakdown de Guns 'N' Roses. La película formó parte del breve periodo, tras el estreno de Easy Rider, en que los estudios de Hollywood estrenaron películas que se arriesgaban formalmente y dieron libertad a los directores para expresarse artísticamente en un intento de ganar dinero, como lo había hecho Easy Rider a espuertas, atrayendo al público joven que hasta entonces había sido despreciado, al ser considerado poco rentable. De ahí el uso de la palabra "trip" no sólo en el póster sino también en el tráiler.

En realidad, Vanishing Point es la historia de un hombre que se dirige a su muerte. Kowalski empieza su viaje a través de la carretera para entregar un coche y se apuesta que puede llevar el coche de Denver a San Francisco en menos de 15 horas. Empezará así una carrera para cumplir su objetivo que provocará que se enfrente a la policía de carretera, un enfrentamiento que degenerará en una masiva persecución a través del desierto.

A medida que Kowalski avanza por la carretera vamos retrocediendo por su pasado, descubriendo quién es a través de flashbacks que nos llevan a entender sus motivaciones y por qué empieza esta guerra contra las autoridades. Su viaje se llena, además, de los extraños personajes que conoce en la carretera. De estos encuentros destaca el que tiene con una misteriosa autoestopista (Charlotte Rampling) que adquiere un fascinante tono onírico. Por otro lado tenemos a Super Soul (Cleavon Little), un locutor de radio ciego que a medida que va narrando los avances de Kowalski por la carretera va adquiriendo una especie de conexión mística con él.

La película sigue la estela de clásicos como Easy Rider. Buscando mi destino (Easy Rider, Dennis Hopper, 1969) y Carretera asfaltada en dos direcciones (Two-Lane Blacktop, Monte Hellman, 1971) en el sentido que progresivamente va adquiriendo un tono pesimista y melancólico. Kowalski sabe que no podrá huir siempre de la policía pero sigue adelante porque no tiene otro lugar al que ir. Por eso, parece casi como si Kowalski quisiera provocar todo el accidente para que lo atrapen y acaben con su miseria, aunque la película adquiere entonces un tono casi religioso.

El viaje de Kowaslki se convierte en una metáfora de la búsqueda de la libertad, recordad el clima de finales de los sesenta y primeros setenta, mientras se enfrenta a la policía de carretera que pasa a representar La Autoridad y como tal la vemos actuar de forma violenta y brutal para detener al luchador de la libertad Kowaslki que, irónicamente, fue una pieza del sistema como soldado en Vietnam y policía. Fue expulsado de las fuerzas del orden después de que tuviera una revelación sobre lo que estaba haciendo. Y si bien el director escogió un coche blanco para que de esa forma resaltase mejor contra el paisaje desértico y se viese bien, es evidente que el hecho de que sea blanco el transporte de Kowalski hace que se interprete como un símbolo de la pureza y la libertad.

En definitiva, éste film es un clásico que si todavía no habéis visto no perdáis la oportunidad de disfrutarlo. No sólo es una película de contenido existencialista y filosófico, también hay coches que chocan y motoristas desnudas.

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