27 sept 2012

Cine contra la depresión

Soy una persona de natural optimista pero incluso alguien optimista como yo se deprime de vez en cuando, le da un bajón, le deja la novia o le falla su plan para dominar el mundo. ¿Y qué hace un cinéfago cuando se deprime? Se pone una película. Aquí os dejo esta selección de películas que me pongo cuando estoy deprimido o bajo de moral ya que siempre consiguen que me sienta mejor cuando acabo de verlas. No es que me hagan reír mucho, hay películas que me hacen reír a carcajadas y no están aquí, sino que me dejan con un sentimiento de "elevación", de alegre optimismo. Resumiendo: que me hacen sentir bien. Y como son películas que me hacen sentir bien a mí, será una lista un poco ecléctica. Un poco. Están ordenadas de menos a más según el efecto que tienen en mí. Podéis clicar en los títulos para un comentario extenso de cada una.

5. Encantada: la historia de Giselle (Enchanted, Kevin Lima, 2007)

Yo no soy muy fan de la Disney, pero esta película tiene un charme que a mis ojos la hace irresistible. No sé si será la animación o su estilo autoparódico o qué, pero la disfruto como un enano cada vez que la veo (obviamente, de otro modo no estaría aquí). Creo que la culpa la tiene sobretodo el siguiente número musical.





4. El terror llama a su puerta (Night of the Creeps, Fred Dekker, 1986)

Antes de nada aclarar que me refiero al montaje del director, no a la versión que muchos nos encontramos en el videoclub más cercano. Es esta versión la que tiene un poder que no tenía la anterior. Los diálogos, los personajes y el amor al género acaban haciendo de esta mezcla de terror, ciencia ficción y comedia un film clásico, pero es la coda final en el montaje del director la que para mí hace que este film esté en esta lista.



3. Rocketeer (The Rocketeer, Joe Johnston, 1991)


Esta adaptación del clásico de Dave Stevens tiene un encanto irresistible. Al igual que ha sucedido con incontables películas, en el momento de su estreno fue un inmerecido fracaso. Es divertida, pulp y llena de acción. El reparto encarna sus papeles a la perfección y el director claramente estaba disfrutando con el material. Una maravilla.



2. Rock ' n' Roll High School (Allan Arkush, 1979)


Hasta hace poco era mi número uno en este sentido. No puedo describir con palabras lo bien que me hace sentir esta película. Las chicas, el humor, la música, los Ramones... Todo en ella la hace que la cada vez que la vea acabe con una sensación de pura alegría. Como dijo Clint Howard, el rock and roll es rebeldía con una sonrisa en la cara, Rock 'n' Roll High School es el equivalente fílmico. Fantástica.





1. Scott Pilgrim contra el mundo (Scott Pilgrim vs. the World, Edgar Wright, 2010)


Esta película le quitó el puesto número uno a Rock 'n' Roll High School, algo que no era fácil. Mis vecinos seguramente la odian, ya que tiendo a ponerla a todo volumen (y el home cinema pasa de 11) y la pongo bastante a menudo. La mezcla de todos sus elementos, como en el anterior film mencionado, hace que sea para mí una experiencia casi orgásmica verla. Posiblemente, una de las más mejorsísimas mejores películas que se han hecho nunca. Si no la ves en VO, es mejor no verla, chistes como el de "L Word" desaparecen con el pésimo doblaje.




25 sept 2012

Mátalos suavemente (Killing Them Softly)


En 1970, George V. Higgins revolucionó el género de la literatura criminal con Los amigos de Eddie Coyle (editada por Libros del Asteroide), una novela que sorprendía por su realismo, veracidad y, sobretodo, sus increíbles diálogos. Higgins había conocido el mundo criminal de primera mano, trabajando como fiscal en Boston, con lo cual el retrato que hace de ladrones, mafiosos, asesinos a sueldo, policías (corruptos y honrados), abogados (corruptos y honrados) no parece en absoluto ficticio, adornado, sino completamente real.

Lo que más llamó la atención fueron los diálogos, como Higgins construía sus personajes y tramas a través de ellos, con poco texto explicativo, pero sobretodo el aire de cotidianidad que influye en el mundo criminal, donde policías y ladrones tratan su trabajo como otro día más en la oficina, discutiendo mil y una cosas mientras esperan atracar un local, matar a alguien o efectuar una gran detención. Si bien en sus últimas novelas acabó perdiendo el control y la calidad de su estilo degeneró, en las primeras está en perfectas condiciones. Leyéndolo uno se da cuenta de cómo influyó en todo el género, no sólo en literatura, también en cine: de Martin Scorsese a, especialmente, Quentin Tarantino (el cual sacó el nombre Jackie Brown de la primera novela de Higgins, cosa que supongo no le importó demasiado a Elmore Leonard que también había bebido mucho de este autor), director que básicamente llevó el estilo Higgins al cine, Tarantino imitó en sus guiones lo que el escritor había hecho en sus novelas.

Rápidamente, los cineastas se dieron cuenta del potencial cinematográfico de Higgins y su primera novela fue llevada al cine por Peter Yates en 1973. Fue un pase televisivo de esta adaptación, El confidente (The Friends of Eddie Coyle), lo que llamó la atención del director Andrew Dominik sobre la obra de Higgins, atraído por el realismo que transmitían los personajes. Tras comprar y leer un montón de sus novelas, decidió convertir la tercera, Cogan's Trade, en el film Mátalos suavemente (Killing Them Softly, 2012) (esta novela también está editada por Libros del Asteroide).

Bueno, por fin se pone a hablar de la peli.

Sí, sí, he tardado un poco en empezar a meterme en la película, pero hay una razón para ello: el film de Dominik es una adaptación casi literal de la novela. Prácticamente está todo el libro en el film; los únicos cambios, aparte de que Ardilla lleva una tintorería y en la novela es el dueño de una autoescuela, es que ha eliminado algunas conversaciones y recortado los diálogos, que en su mayor parte aparecen tal y como los imaginó Higgins. Por ejemplo, en una escena entre Brad Pitt y James Gandolfini vemos una prostituta (quiero decir, una actriz haciendo de prostituta) que le pide a Pitt, que interpreta al protagonista Jackie Cogan, que le cierre el vestido; en la novela la escena arranca con la prostituta desnuda, Dominik ha recortado la conversación que tiene lugar mientras la prostituta se viste. Incluso conserva personajes secundarios como Dillon y Culo de Cabra, que en la novela sólo se mencionan aunque Dillon es un personaje que ya aparece en las anteriores novelas de Higgins.

Sin embargo, lo que hace interesante el film de Dominik, algo más que una simple versión resumida de la novela de Higgins, es que traslada la acción del film del 1974 (año en que originalmente se publicó el libro) al 2008, en plena campaña presidencial estadounidense. De este modo convierte el film en una sátira del capitalismo, utilizando la mafia como una alegoría del capitalismo desenfrenado que llevó al colapso económico que estamos sufriendo. A lo largo de todo el film van sonando de fondo discursos y declaraciones de George W. Bush y de Barack Obama a modo de comentarios sobre las acciones de los personajes protagonistas. Todo ello con un buen toque de comedia negra.

De este modo, el director nos presenta una película que tiene bastante en común con el cine criminal/negro/hardboiled de los 70, donde se hacía énfasis en el desarrollo de los personajes y, en ocasiones, aparecía un comentario social. El film de Dominik sigue este estilo: una trama básica que nos sirve de excusa para convivir con una serie de personajes marginales cuyas peripecias son una alegoría sobre la situación que estamos viviendo.

¿Y que oímos durante los títulos de crédito finales, como colofón al film (y a una banda sonora excelente)? Money (That's What I Want) cantada por Barrett Strong.

21 sept 2012

Callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley)

Callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley, Edmund Goulding, 1947) es una soberbia mezcla de drama y cine negro que adapta la clásica novela homónima de William Lindsay Gresham.

El callejón de las almas perdidas, editada en castellano por Sajalín editores, apareció publicada por primera vez en 1946 y en seguida se convirtió en un éxito, con el tiempo se convirtió en una novela de culto. Gresham concibió parte de la novela mientras luchaba en el bando republicano durante la Guerra Civil. Mientras esperaba ser repatriado, un compatriota le describió como era la atracción del geek e inmediatamente Gresham quedó horrorizado y fascinado por ello. Gresham había trabajado de joven en una feria, así que tampoco le era un mundo desconocido, pero fue el descubrimiento del geek lo que hizo que empezara a escribir la novela. Esta cuenta la ascención y decadencia de Stan Carlisle, un joven atractivo, inteligente y muy ambicioso. Carlisle no se detendrá ante nada por conseguir la fama y fortuna que tanto cree merecer, convirtiéndose en el proceso en un monstruo.

Gresham mezcla en la novela su fascinación y conocimiento del mundo de las ferias ambulantes y los freaks, su interés por el psicoanálisis, el tarot y el comentario social para crear una absorbente relato. Carlisle, llevado por la avaricia, representa un monstruo atractivo, cuya corrupción va a la par de su encanto (un poco como las transgresiones morales de Dorian Gray se quedan en su retrato pero no afectan su bello exterior), pero sin ser consciente de que en la sociedad hay monstruos mucho peores que él. El autor nos presenta una sociedad cínica e hipócrita, donde impera el clasismo social, contrastada con la pequeña sociedad de freaks y feriantes, más solidaria y honesta en su deshonestidad.

El actor Tyrone Power se hizo de inmediato con los derechos de la novela para ser llevada al cine, esperando que su interpretación como Stan Carlisle sirviera para apartarlo de los roles románticos y pudiera aspirar a papeles más serios. Sin duda el interés personal de Power en la película hizo que su interpretación fuera muy intensa y trabajada, logrando crear un inolvidable Stan, atractivo y corrupto, logrando sus mejores momentos en la representación de la decadencia del personaje.


Además de las grandes interpretaciones que nos encontramos en este clásico, habría que mencionar también a Helen Walker como la pérfida psicoanalista Lilith Ritter y a Coleen Gray como la inocente Molly, el film ha perdurado por el excelente trabajo de Edmund Goulding y Jules Furthman, director y guionista respectivamente, los cuales consiguen mezclar los elementos de drama y género negro presentes en la novela, consiguiendo un híbrido único en su calidad. Tal vez porque el versátil Goulding había dirigido varios dramas y Furthman era un experto en cine negro, así ambos se aplicaron en sus fuertes. Desde luego, el film tiene aspecto de cine negro, jugando con la oscuridad y las sombras de los personajes de forma excelente.

Para los que conocen la novela, uno de los aspectos que destaca del film es como logra hacer una adaptación bastante fiel sorteando la fuerte censura de entonces. Obviamente los aspectos más explícitos no aparecen reflejados en pantalla, así como se añade cierta moral cristiana en una escena que parece una concesión al código que imperaba entonces, pero la temática queda intacta, representando sin pudor las estratagemas para timar a las personas que emplean los predicadores y hombres milagro tan populares en Estados Unidos. Una franqueza que hace que el film siga siendo relevante.

Además de la excelente versión cinematográfica, también me gustaría recomendar la versión en cómic que apareció hace tres años, llevada a cabo por el artista underground Spain Rodríguez y editada en España por Editorial Drakul bajo el sello Likantro. Esta adaptación, muy fiel a la novela, une lo mejor de dos mundos: es libre de ser tan explícita como la obra original de Gresham y capta el ambiente de cine negro de la película.

20 sept 2012

BW 2: El libro de las sombras (Book of Shadows: Blair Witch 2)


Hay veces que me siento a escribir un comentario sobre alguna película y no puedo evitar sonreír pensando en las airadas reacciones en contra de lo que voy a poner. Me imagino al hipotético/a lector/a empezando a leer la crítica y de repente: "¡pero qué dice este tío! ¡¿Qué blasfemia es esta?! No, no, no, esto no puede quedar así." Y no es que escriba con ánimo de provocar, soy muy honesto en todo lo que digo en cada uno de mis artículos, pero tampoco puedo negar que a veces escojo un tema/film que sé que levantará ampollas, como cuando dije que Indy 4 era tan buena como Indy 3 (lo mantengo).

Pero puede que me equivoque, puede que haya pasado suficiente tiempo como para que Blair Witch 2: El libro de las sombras (Book of Shadows: Blair Witch 2, Joe Berlinger, 2000) sea juzgada con cierta ecuanimidad. En el momento de su estreno, Halloween III: El día de la bruja (Halloween III: Season of the Witch, Tommy Lee Wallace, 1982) fue un fracaso y todo el mundo la odió porque era una historia independiente sin Michael Myers, ahora es considerada una joya de culto que fue injustamente tratada en el momento de su estreno (y teniendo en cuenta la calidad de las secuelas, lo mejor hubiera sido hacer la serie antológica de películas sobre Halloween que ideó John Carpenter). Tal vez pase lo mismo con BW2. O no.

Un poco de historia. El proyecto de la bruja de Blair (The Blair Witch Project, Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999) fue una película que se convirtió en el gran éxito sorpresa de 1999 y en todo un fenómeno. Pionera en usar Internet como medio de difusión mediante lo que hoy día se conoce como "publicidad viral" y en popularizar el formato found footage (que, tras un poco de reflexión, creo que no es lo mismo que el falso documental), el hecho que más captó la atención de la industria fue que hizo millones y millones cuando fue hecha con un presupuesto mínimo (el vil metal, como siempre). Por supuesto, con semejante beneficio, la secuela se puso en marcha casi de inmediato.

El guion del film corrió a cargo de Dick Beebe y Joe Berlinger, que también dirigió la película. Berlinger parecía ser una opción bastante lógica, ya que se había hecho conocido (y todavía lo es) como director de inquietantes y perturbadores documentales como Paradise Lost: The Child Murders at Robin Hood Hills (1996), y supo utilizar un crimen real como inspiración para la historia. Sin embargo, cuando la película estuvo terminada, el estudio decidió hacer algunos cambios más propios de un film "típico" de terror que no gustaron al director.

Cuando se estrenó, el film fue un fracaso: los fans del film original quedaron decepcionados por como se apartaba del original, a los que no les gustó la primera pasaron olímpicamente de la segunda y fue rechazada por la mayoría de los aficionados al género. He de decir que algunas de las razones por las que me gusta esta película (sí, me gusta esta película) son las mismas por las que muchos la odian (o odiaban).

Ante secuelas o "partes", es decir, cuando el conjunto de las películas cuenta una historia (la trilogía Matrix o la de Star Wars); mi preocupación es que se construya la historia película a película ampliando, añadiendo y ofreciendo un desarrollo interesante. Pero cuando hablamos de "entregas", es decir, cuando son historias más o menos independientes sin relación entre sí (las primeras James Bond, Indiana Jones) lo que más me gusta es que sean diferentes de la película anterior y me ofrezcan algo nuevo. Si BW era una film que jugaba la baza del supuesto metraje real encontrado, sin guion ni argumento, ni las técnicas del lenguaje cinematográfico habituales; en BW2 se fueron al otro extremo: flashbacks, flashforward, trucos de edición, saltos en la narración, diferentes formatos, etc.

El film de Berlinger comenta el fenómeno que fue el estreno de BW para ir un paso más allá y hablar del impacto de las películas en la sociedad, la explotación de los medios de comunicación y la afición de culpar de los males de la sociedad a la película de moda en el momento. Es un film también ambiguo, a pesar de los intentos del estudio de eliminar esa ambigüedad, en cuanto a la naturaleza de lo que realmente sucede en la historia que cuenta. ¿Es un caso de histeria colectiva o realmente sucede algo sobrenatural?

Los protagonistas buscan manifestaciones del mal sin saber que el mal se haya dentro de ellos. De nosotros. Desensibilizados por una sociedad mediática y consumista, basada en las apariencias, la perspectiva de experimentar algo "real", por terrible que sea, resulta demasiado atractiva para ignorarla. Así, más allá de los típicos sustos, el auténtico terror en el film de Berlinger se origina en los personajes y la sociedad en que viven.

Es un film que te obliga a prestar atención y que no sigue una narrativa habitual, algo que mucha gente no soporta pero que a mí me gusta. Me parece que es un film mucho mejor de lo que parece en la superficie, más interesante de lo se podría pensar, aunque no sea el film que el estudio o los fans querían. Si todavía no la has visto, deja a un lado los prejuicios y disfruta con este inquietante film. Eso sí, ya sé que muchos no están de acuerdo, pero es primordial verla en VO (igual que el original), ya que la versión doblada realmente la destroza.


19 sept 2012

Todo es mentira

Hoy vamos a desempolvar un clásico contemporáneo (aunque suene a oxímoron) de la comedia (más o menos) romántica: Todo es mentira, un film escrito y dirigido por Álvaro Fernández Armero estrenado en 1994.

El argumento parte del clásico "chico conoce a chica" y las tribulaciones que les suceden a ellos y a su círculo de amistades. El chico es Pablo (Coque Malla), un algo neurótico muchacho con muchos oficios y poco beneficio; la chica es Lucía (Penélope Cruz), también neurótica de carácter fuerte que se gana la vida como traductora. A su alrededor están la pareja hombre mayor con mujer joven: Alejandro (Fernando Colomo) y Beatriz (Mónica López), una pareja de artistas pretenciosos: Ariel (Jordi Mollà) y Lola (Christina Rosenvinge), y una pareja formada por un músico pobre y una ejecutiva de alto standing: Claudio (Gustavo Salmerón) y Natalia (Irene Bau). A esto se le suma toda una serie de secundarios con los que los personajes tropiezan, entre los que se cuentan Santiago Segura y Ariadna Gil.

Una de las cosas que primero llaman la atención al ver la película en la actualidad es ver los rostros que eran famosos y luego se desvanecieron, los que empezaban y luego se hicieron famosos y (menos interesante) los que ya estaban consolidados. Pero lo que a mí me llama la atención es que en esta película Penélope Cruz, que es una actriz que no me gusta, está bastante bien. Lo mismo Coque Malla, que tampoco es que sea un gran actor precisamente, resulta creíble como Pablo. El resto son actores de solvencia contrastada que cumplen su función, incluida la guapísima cantante Rosenvinge (siempre he tenido cierta debilidad por ella). Otra cosa que me sorprende siempre es que cada vez que la veo me resulta mucho más divertida de como la recordaba. Todo es mentira me gustó desde el momento en que la vi, allá por el 94, y cada vez que la he revisitado me lo he pasado muy bien, pero es como si el tiempo que pasa entre medias diluyera el recuerdo de las risas que me produjo.

El film se centra ligeramente más en Pablo que en Lucía, pero a pesar de eso resulta un interesante retrato de la vida en pareja. Aquí no se trata de que al final se junten, se conocen al principio, sino de ver si podrán ambos sobrevivir a la vida en pareja. En este desarrollo de la vida en común es donde se encuentra el fuerte de Todo es mentira, y donde la comedia costumbrista de Armero funciona mejor, no sólo en el desarrollo de la pareja protagonista, también en las breves digresiones hacia las otras parejas que rodean a Pablo y Lucía, lo cual enriquece el conjunto. Es posible que debido a este acertado desarrollo su punto más flojo sea el final, la manera en que se cierran las historias de los protagonistas y secundarios. Tal vez porque resulta demasiado artificial, demasiado cinematográfico, en contraste con el "realismo" del film.

He mencionado que utiliza un humor costumbrista basado en la realidad, pero el film también tiene sus momentos a lo Woody Allen de los primeros tiempos, así como exageraciones y caricaturas. Pero esta mezcla no daña el film y le da variedad.

Resulta extraño que un film popular como este, poblado de rostros conocidos, esté prácticamente desaparecido en DVD, agotado hace mucho tiempo. Lo cual puede dificultar su visionado a aquellos que no conozcan esta estupenda comedia. El tiempo no ha pasado por ella, se podría decir que la vida en pareja es un tema universal, y sus gags continúan funcionando (algunas de sus frases más divertidas las incorporamos mis amigos y yo a nuestro vocabulario cuando el film salió por primera vez). No he encontrado el tráiler, pero os dejo un par de clips de la película, para aquellos que no la conozcan (si queréis saber de que humor me levanto por las mañanas, fijaos en Penélope Cruz en el segundo clip). Espero que salga en Blu-ray o se vuelva a editar, porque es un film muy divertido y con un alto grado de disfrutabilidad.



Sangre fresca

 Antes de que sigáis leyendo me gustaría deciros que aunque no sepáis inglés la brevedad y naturaleza de lo comentado aquí hace que se pueda entender y disfrutar perfectamente aunque no se sepa inglés.

¿A qué me refiero con esto? Me refiero al proyecto Bloody Cuts, una serie antológica de 13 episodios, cada uno un cortometraje de terror que celebra algún aspecto, tema o subgénero del terror. La podéis disfrutar completamente gratis aquí:


Hasta ahora se han "estrenado" 6 cortos, de entre 3 y 9 minutos de duración, que ha pesar de haber sido hechos con medios limitados son bastante efectivos. Aunque no sean historias muy originales, su corta duración hace que funcionen gracias al énfasis en la atmósfera y la iconografía, resultando en los equivalentes filmados de un cuento de terror contado a la luz de una fogata. Los episodios que podéis encontrar ahora son:

Lock up gira en torno a un hombre que se queda tarde a cerrar la oficina. El más flojo de los que han aparecido hasta ahora.

Stitches es el que tiene un mayor regusto a leyenda urbana, el resultado en un episodio bastante correcto.

Prey es un clásico relato de "terror moral" o "terror irónico" a la EC, bastante bien realizado.

Mother Died es de momento el mejor, no tanto por lo original sino por la interpretación y la narración (aquí sí que lo siento por los que no sepan inglés).

Suckablood es un estilizado y oscuro cuento de hadas que explota las raíces del horror en los cuentos infantiles.

Dead Man's Lake es un homenaje al slasher de los 80 con giro sorpresa al final.




17 sept 2012

¡Cuidado con O apóstolo! (Clip, imágenes y tráiler)

 
Normalmente no es mi costumbre hablar de películas que ni siquiera se han estrenado, pero O apóstolo parece un proyecto tan interesante que creo merece ser una excepción.

Se trata de una película que mezcla toques de miedo, fantasía y humor que bebe de las leyendas gallegas, con pueblo raro incluído, en un estilo que recuerda al pueblo de Innsmouth y otros lugares malditos. Lo interesante es que es un film realizado en stop-motion (y en 3D, pero ya sabéis que no soy muy fan de este sistema). A los personajes les pone voz un gran reparto de actores como son Luís Tosar, Geraldine Chaplin, Manuel Manquiña... Y la leyenda del género Paul Naschy, en el que fue su último trabajo.


El film fue escrito por Fernando Cortizo, también director, y debería estrenarse, muy adecuadamente, el próximo Día de Difuntos. En las siguientes imágenes podéis ver el trabajo de diseño de decorados y personajes, que le dan un aspecto bastante atractivo, sobretodo a los aficionados al género.


 



14 sept 2012

Miedos (The Hole)


Hay cosas que nunca entenderé. Por ejemplo, no entenderé qué extraño impulso llevó a la editorial Roca a publicar Drood, una novela de terror gótico de Dan Simmons, bajo el título La soledad de Charles Dickens y publicitarla como si fuera una novela histórica (!?). Tampoco entenderé cómo estupendas películas como Miedos (The Hole, Joe Dante, 2009) son estrenadas casi de tapadillo, sin publicidad ni apenas distribución. Recuerdo que se estrenó en Barcelona casi por sorpresa, sin poner publicidad de ningún tipo a pesar de ser un título que podía atraer una gran cantidad de público.

Es posible que si digo que Miedos es una película de miedo pensada para un público juvenil, muchos pensarán que es otra muestra más de cine adolescente descerebrado. Es cierto que, exceptuando las películas de Harry Potter y algunas cintas de animación, el cine más "juvenil" parece producir bodrio tras bodrio. Sin embargo, el último film de Joe Dante viene a ser la excepción que confirma la regla, un film pensado para un público joven perfectamente disfrutable por aquellos que tengan más de 15 años y que incluso depara momentos inquietantes que superan muchos títulos de terror "adultos".

Si Miedos recuerda a títulos del mismo estilo de los años 80, como otros films del propio Dante o clásicos como La puerta (The Gate, Tibor Takács, 1987) y Poltergeist (Fenómenos extraños) (Poltergeist, Tobe Hooper, 1982), es porque la intención del guionista Mark L. Smith era precisamente esa cuando se puso a escribir una historia que pudiera asustar a su hijo. Así nace el argumento del film, el cual gira en torno a un misterioso agujero sin fondo que los hermanos Dane (Chris Massoglia) y Lucas (Nathan Gamble) y su vecina Julie (Haley Bennett) encuentran en el sótano de la casa de estos. Este agujero estaba tapado por una trampilla con candados y cuando los quitan, extraños fenómenos empezarán a ocurrir.

El acierto del guionista no es sólo idear una historia interesante y bien desarrollada, es que se hace un especial énfasis en los personajes y su desarrollo, de modo que te interesa lo que les sucede y consigue que se mantenga el interés a lo largo de todo el film aunque no pase nada misterioso. Luego tenemos al gran Dante, que además de introducir sutiles referencias al género, sabe manejar tanto los momentos de suspense e inquietud como los más cotidianos. Y la mezcla de ambos, como cuando el espectador ve lo que ha grabado una cámara que los protagonistas bajan con una cuerda por el agujero pero ellos no distraídos por la llegada de la madre de los hermanos.

Otro detalle que me gustó del film es como juega con los miedos más mágicos, los que tenemos de niños, y lo mezcla con miedos más adultos y peligrosos, lo que le da un trasfondo interesante del cual normalmente carecen las películas pensadas para un público juvenil.

La calidad e inteligencia tanto del guion como de la dirección y las interpretaciones hacen que, aunque se pensara originalmente para un público juvenil, los "adultos" también puedan disfrutar enormemente con este film. Repasándola en Blu-ray (la edición inglesa, la española sólo trae el tráiler y eso que la edición inglesa tampoco es que tenga mucha cosa en lo que respecta a extras), he recordado lo entretenida y divertida que es, así que la recomiendo sin prejuicios.


13 sept 2012

The Crazies


En mi artículo sobre Los crazies (The Crazies, George A. Romero, 1973) mencioné que todavía no había visto el remake. Bueno, ya lo he visto.

Como muchos ya sabéis, no tengo ningún tipo de prejuicio en contra de los remakes. Creo que se ha de juzgar una película por sí misma y luego, en todo caso, compararla con el original. Es lo que voy a hacer a continuación, pero que quede claro que si digo que el original me parece mejor no es simplemente porque sea el original o sea una obra intocable de George A. Romero ni nada por el estilo. Además, el remake me gustó bastante, así que mi argumentación se basará en criterios cinematográficos (pasados por un tamiz subjetivo, obviamente) y no simplemente en decir "el original es mejor y los remakes son todos malos y punto".

Como película, The Crazies (Breck Eisner, 2010) es un film entretenido y tenso que cuenta como se enfrentan los habitantes de Ogden Marsh a una rara enfermedad que parece causar una locura asesina en aquellos que la padecen y al sitio al que se ven sometidos por el ejército. Es de agradecer que el director se tome su tiempo a la hora de caracterizar los personajes y permitir que nos familiaricemos con ellos antes de que empiece la acción. Sin embargo, este desarrollo no serviría de nada sin un buen reparto que nos haga empatizar con los personajes y The Crazies se ve beneficiado con el trabajo de Timothy Olyphant, Radha Mitchell, Joe Anderson y Danielle Panabaker en los papeles protagonistas, así como un buen surtido de actores de carácter para dar cuerpo a los habitantes de Ogden Marsh.

El film fue realizado teniendo en mente la administración Bush. El gobierno aparece caracterizado como una entidad omnipotente que vigila continuamente a sus ciudadanos y que no tiene ningún problema en sacrificar miles de vidas para obtener beneficios o cubrir sus errores, así como mentir descaradamente al público. Este comentario se hace de forma más o menos sutil, sin que interfiera en la narrativa de la acción. Acción, por cierto, bien filmada ya que no se pierde la geografía de la escena y el espectador en todo momento sabe dónde está. También se juega muy bien con la paranoia de saber quién está infectado y quién no, aunque no se explote mucho a lo largo del film.

En pocas palabras, una buena película que mezcla elementos de ciencia ficción, terror y acción, logrando que el conjunto final quede bastante redondo.

Como remake, The Crazies jugaba con la ventaja de que el film original es bastante desconocido para el gran público, así que no tenía la presión que tienen otros remakes basados en films más populares. Es un buen remake, ya que respeta el esqueleto del original al mismo tiempo que cuenta una historia diferente en lugar de ser una versión reciclada del film de Romero (y no es tan diferente como para que la única conexión entre ambos films sea el título). La película logra esto centrándose en los supervivientes de Ogden Marsh, mientras que el film de Romero jugaba tanto con los civiles como los estamentos militares. Aunque esto hace que, a pesar de contar con un presupuesto cien veces mayor que el que tenía Romero, sea un film menos ambicioso. Pero, como digo, fue una jugada inteligente.

¿Por qué creo que el film de Romero es mejor? Bueno, uno de los motivos es lo mucho que logró Romero sin apenas dinero ni recursos. El film de Romero tiene un aire casi documental y está cargado de una continua tensión de principio a fin, realizando un retrato más incisivo de la naturaleza humana. El film de Eisner es mucho más "cinematográfico", más "estilizado", con lo que carece del impacto visceral del film original. Además, el remake utiliza algunos tópicos muy sobados (el alcalde que impide al sheriff hacer lo que debe por razones políticas) y momentos de sustos muy previsibles. Al ser un film de estudio es más "seguro" y ligero que el film de Romero, que explora territorios impensables en algo estrenado por un estudio. Finalmente, a pesar de que Eisner enfatiza en el audiocomentario que acompaña el film (en su edición inglesa, la edición española sólo trae un par de extras) que intentó que el diseño de los infectados se alejara de los zombis modernos, cuando los infectados aparecen en pantalla en su estadio final la película acaba siendo derivativa de una película de zombis moderna, funcionando mejor cuando los infectados se encuentran en el primer estadio y tienen un aspecto normal. Por otro lado, la locura en el film de Romero se expresa de formas diferentes además de los impulsos asesinos, aquí todos son locos asesinos.

Pero esto es simplemente por qué me parece que el film de Romero es mejor y no se trata de un demérito hacia el film de Eisner, que repito me gustó mucho y creo que está bastante bien. Ambas versiones son muy recomendables.


12 sept 2012

Mad Monster Party?

 
Supe de la existencia de Mad Monster Party? (Jules Bass, 1967) el año pasado, cuando vi comentada la banda sonora en diversos blogs coincidiendo con su aparición en DVD/Blu-ray. Me picó la curiosidad y me dispuse a buscar la película, ya que parecía ser un título muy interesante. No lo es.

Mad Monster Party? es una película de animación stop-motion en la cual todos los monstruos clásicos del cine se reúnen para dar una fiesta en la cual el barón Boris von Frankenstein (Boris Karloff) anuncia que se va a retirar y todos sus secretos pasaran a ser propiedad de su sobrino, el humano Felix Flanken (Allen Swift). Esto no le hará gracia a los monstruos, así que intentarán impedirlo.

En el aspecto técnico la película es todo un logro. Sólo realizar los movimientos de cámara sin disponer de  motion control ya debió ser toda una proeza. La animación está muy bien lograda, gracias al director Jules Bass, todo un experto en este campo. El diseño de los personajes está muy conseguido y corrió a cargo de Jack Davis, estupendo dibujante y guionista que trabajó en la EC. De entre todos los personajes destacaría Francesca (Gale Garnett), una chica mala pelirroja, y Yetch (Swift), una especie de Peter Lorre zombi. La banda sonora también me gustó, especialmente la canción de los títulos de crédito.

Los problemas del film recaen en un guion lento cuyo humor no ha envejecido nada bien. En este guion participaron Forrest J Ackerman y Harvey Kurtzman, entre otros, con lo cual resulta particularmente decepcionante. Especialmente por parte de Kurtzman, cuya reputación como guionista y dibujante de cómics está especialmente ligada al humor al frente de la clásica revista MAD. Por supuesto, el film fue hecho pensando con un público infantil en mente, pero eso no es excusa para una historia que tarda años en arrancar y resulta en un film que se hace eterno. Todos los juegos de palabras (que desaparecen en la traducción, obviamente) resultan muy anticuados y predecibles, así como los chistes y gags parecen gastados clichés, particularmente si habéis leídos los cómics de la EC (publicados a mediados de los 50) en los que trabajaron tanto Kurtzman como Davis.

Como curiosidad no deja de tener su valor, pero yo no la recomiendo. Ved por vuestra cuenta y riesgo.


11 sept 2012

Found footage, un nuevo ciclo de terror

Hace poco vi el episodio 12 de la 7ª temporada de Expediente X (The X Files, creador Chris Carter, 1993-2002). Debería ser la tercera o cuarta vez que lo veía, pero ahora me llamó la atención debido a la reciente moda de las películas de "metraje encontrado". Este episodio, titulado X-Cops, se trata de una especie de crossover entre Expediente X y el pionero programa Cops (pionero en cuanto a ser uno de los primeros reality shows). Al utilizar los códigos visuales y estilísticos de Cops, este episodio de las aventuras de Mulder y Scully resulta moderno hoy día por su semejanza con las películas found footage, de modo que el espectador actual que desconociese la existencia del programa Cops podría tomar este episodio como una muestra más del género.

Esto demuestra que este tipo de películas no es nuevo, aunque se hayan ahora mismo en la cresta de la ola de un nuevo ciclo dentro del cine fantástico y de terror.

El cine de terror es cíclico y estos ciclos se producen por cambios sociales y motivos económicos. Es decir, en un momento significativo socialmente se produce una película de terror que permite al espectador canalizar sus terrores e inquietudes reales de modo inofensivo, produciendo una catarsis. Esto hace que la película sea un éxito de taquilla y de forma inmediata se producen más películas que intentan aprovechar el éxito de esta primera película. La acumulación de imitaciones y copias acaba cansando al espectador y se diluye la popularidad y entusiasmo hacia el tipo de película que haya causado la moda, normalmente se marca el fin de ciclo con parodias y comedias que se mofan de los recursos explotados por las películas y aparece un nuevo ciclo que contrasta con el anterior, igual que el romanticismo fue seguido por el realismo.

Por ejemplo, durante la década de los 70 se estrenaron dos películas que fueron grandes éxitos y generaron un ciclo de cine de terror crudo, visceral, oscuro y pesimista: La matanza de Texas (The Texas Chain Saw Massacre, Tobe Hooper, 1974) y El exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973). Este ciclo terminó en los 80 con la llegada de los slashers y un cine de terror más lúdico, donde el humor se hace muy presente y abundan las autorreferencias, así como los efectos especiales de maquillaje se hacen los reyes de la función.

Por supuesto, los límites de estos ciclos son difusos. No es que un día se haga un tipo de película y al día siguiente se cambie, son procesos graduales donde se pueden detectar películas pioneras o primeros ejemplos de un nuevo tipo de película, algo de lo que uno se da cuenta a posteriori.

La reciente moda de las found footage tiene bastante en común con la fiebre slasher de los 80. Ambas tienen bastantes razones en común para sus respectivas popularidades, solo queda ver si sus ciclos de vida serán semejantes.

El inicio del siglo XXI, con la caída de las Torres Gemelas, la guerra de Irak y los vídeos de rehenes decapitados corriendo por Internet nos llega un nuevo ciclo de películas de terror crudas, pesimistas y salvajes que contrasta con la época políticamente correcta de los 90. Este nuevo ciclo primero nos trajo las mal llamadas torture porn. Este despreciativo término venía a describir las películas de terror en las cuales las víctimas eran torturadas de forma salvaje antes de morir. Las imitaciones y múltiples secuelas de Hostel (Eli Roth, 2005) y Saw (James Wan, 2004) se encargaron de quemar el género rápidamente y prácticamente desapareció de las pantallas en muy poco tiempo. Sin embargo, una nueva moda dentro de este ciclo estaba ya preparada para tomar el relevo: las found footage.

Los motivos económicos por los cuales estas películas son tan populares es bastante obvio, son muy baratas de producir y gracias a su mínimo presupuesto se garantiza un beneficio económico aunque la película no funcione muy bien en taquilla. Los motivos sociales ya son más difusos. Uno de los principales es que nos encontramos viviendo en una sociedad donde prácticamente todo el mundo lleva una cámara consigo gracias a la nueva tecnología de los teléfonos móviles, otro es la extensión de las nuevas redes sociales. Esto ha creado una "generación YouTube" en la que impera el "hazlo-tú-mismo", una filosofía parecida a la que acabó provocando la llegada del punk y la música garage como contraste a los cada vez más elaborados y sobrecargados rock progresivo y heavy metal. De ahí que, aunque este tipo de películas existen desde mediados de los 90 (ya sé, ya sé, los falsos documentales surgen en los 60, pero las películas mondo son antecedentes con un lenguaje distinto, igual que películas como Psicosis [Psycho, Alfred Hitchcock, 1960] son antecedentes de los slashers pero no son exactamente slashers) no es hasta ahora que realmente se han puesto de moda y se han hecho muy populares.

Otro factor importante es que la perfección es algo accesible en el cine. La alta definición y el avance en efectos especiales digitales hacen posible la creación de espectáculos increíbles de aspecto real. Pero el espectador sabe que no son reales y, como contraste, busca la imperfección. Es como los músicos que empezaron a incorporar los crujidos del vinilo en las grabaciones en CD. Se busca algo más crudo, visceral, que esté alejado de la grandilocuencia digital (aunque también en las found footage se utilizan efectos digitales).

Por supuesto, esta "imperfección" está cuidadosamente diseñada para generar un efecto, así que aquellos familiarizados con el lenguaje cinematográfico pueden rápidamente detectar la "artificialidad" de estas películas. Los movimientos bruscos de cámara, los cortes escondidos en panorámicas, convertir la cámara en un elemento más de la acción o un guion casi inexistente son algunos de los recursos utilizados por estas películas para lograr su efecto.

Su aparente sencillez (y lo baratas que son) hace que se produzcan muchos títulos de este género, lo que puede acabar quemándolo. Igual que los slashers, las found footage puede que parezcan muy sencillas y simples en la superficie pero es difícil hacer una película de este estilo que sea realmente buena y efectiva. En otras palabras, hay muy pocos [REC] (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007) y muchos Monstruoso (Cloverfield, Matt Reeves, 2008).

¿Qué le aguarda a este género en el futuro? No lo sé, supongo que lo mismo que a otros géneros: cansancio del público debido al exceso de producciones de este tipo, desaparición momentánea y posterior resurrección. Solo el tiempo nos dará la respuesta.

10 sept 2012

Un maestro del noveno arte

Hace poco cayó en mis manos Creepy presents Richard Corben, un lujoso volumen de más de 300 páginas que recopila todo el material que Corben dibujó para las revistas Creepy e Eerie. Todas y cada una de las historias han sido restauradas y remasterizadas para ofrecer la máxima calidad posible de reproducción de la obra de este maestro.

En lo que se refiere a los cómics, para mi gusto siempre pesa más la historia que el dibujo. Puedo disfrutar un cómic que no tenga un dibujo demasiado bueno si la historia me gusta, pero no lo contrario. Sin embargo hay varios artistas que me han llamado la atención por la calidad de su trabajo o por los proyectos en los que se implican. Gente como Berni Wrighston (que también tiene su propio Creepy presents) o Richard Corben.

Corben me llamó en seguida la atención ya que tiene un estilo muy característico y personal, que dependiendo del guion puede oscilar entre la caricatura y el hiperrealismo. Experimentador incansable, su peculiar manera a la hora de colorear le hizo destacar de forma inmediata, ya que conseguía unos resultados cargados de realismo inéditos en su momento. Esto hizo también que reproducir sus dibujos con los medios de entonces fuera difícil y en ocasiones los dibujos se vieron perjudicados.

Conocí la obra de Corben gracias a la revista Creepy que publicaba aquí Toutain. Cuando Toutain empezó a publicar tomos recopilatorios de su obra también procuré hacerme con todos los que pudiese encontrar. Corben, también guionista, se ve atraído por los proyectos que a mí más me gusta leer, aquellos relacionados con el terror y la ciencia ficción. De entre los más recientes destacaría la adaptación de la novela de William Hope Hodgson La casa en el confín de la tierra que publicó Norma Editorial y los dos volúmenes de La guarida del horror que publicó Panini.

Este volumen en concreto nos ofrece una serie de historias de terror con elementos de ciencia ficción, fantasía y, en algunos casos, humor que son muy interesantes algunas y otras obras maestras gracias a los guiones de Corben y especialistas como Bruce Jones, Jan Strand y Richard Margopoulous. De entre las historias destacan (para mi gusto) las adaptaciones de relatos de Edgar Allan Poe, Una mujer despechada, una trilogía de viajes en el tiempo y telepatía llamada Dentro de tí, sin tí, Ya eres mayorcita y En lo profundo, una magnífica historia de visceral horror protagonizada por una pareja de náufragos a la deriva, influenciada sin duda por el estreno del clásico de Steven Spielberg, y que estoy seguro Alan Moore leyó en su momento. Pero lo cierto es que disfruté leyendo todas las historias.

Este volumen es una festín para el aficionado al terror, una maravilla para los amantes del noveno arte. Acompañé su lectura con diversas bandas sonoras de clásicos italianos del terror para hacer la experiencia más agradable. Si has llegado hasta aquí sin comprarlo compulsivamente, felicidades: eres más fuerte que yo. Si no sabes inglés, Planeta DeAgostini es la editorial que actualmente se ocupar de publicar el material de Creepy, así que te sugiero que, si no tiene planeado publicar este volumen, empieces a enviar cartas exigiendo su publicación (nada de pedir). Si sabes inglés, la edición más barata es la inglesa por Amazon.co.uk, la americana cuesta un poco más por transporte, impuestos y demás.

Tráiler de la clásica y fantástica Heavy Metal (Gerald Potterton, 1981) que incluye una adaptación de la historia de Corben Den.


5 sept 2012

Sonámbulos (Sleepwalkers)


Los más jóvenes no lo saben, los mayores tal vez no lo recuerden o no les interesara, pero, en su momento, el estreno de Sonámbulos (Sleepwalkers, Mick Garris, 1992) fue un gran evento ya que se anunciaba como el primer guion original escrito para el cine por Stephen King. Y hoy una excusa perfecta para disfrutar con un poco de nostalgia.

En 1992 Barcelona estaba en plena fiebre olímpica, pero a mí no podía importarme menos. Lector de Fantastic Magazine (cuyo primer número incluía un póster fantástico de Razas de noche [Nightbreed, Clive Barker, 1990][además, cuando iba a leer este primer número se fue la luz en casa y estuve pasando páginas fascinado por las imágenes que iluminaba mi linterna]), Fangoria, tebeos y apasionado de Stephen King y todo lo que fuera terror, mi mente no podía estar más alejada de los deportes y el espíritu olímpico (como ahora). No, en el 92 mi cabeza estaba en Razas de noche, la serie de cómics basada en la película de Barker que había empezado a publicarse entonces.

Estamos hablando de A.I. (Antes de Internet), por entonces la única manera que tenías de enterarte de nada era a través de revistas especializadas y las secciones de noticias/correo de los tebeos. Y Razas de noche (el cómic) incluía varios reportajes y noticias sobre el género. Y desde el número uno (en el cual se hace una breve bio de Clive Barker concluyendo con su próximo proyecto después de Razas de noche, una gran producción llamada Eden USA que hoy sabemos que no vio la luz) estuvo dando detalles sobre Sonámbulos, que se iba a estrenar aquel verano: descripción del tráiler, cameos (en el film aparecen Clive Barker, John Landis, Joe Dante, Tobe Hooper, Mark Hammill y el propio Stephen King) y cosas así hasta que se estrenó el film.

También resulta curioso repasando las noticias, reportajes y correos que se publicaron a lo largo de los 16 números que duró la serie (en la que trabajó Angel Sala, actual director del Festival de Cinema Fantàstic de Sitges) y ver comentados films que acabarían siendo películas culto, otros que nunca llegaron a producirse, así como los reportajes sobre directores y sagas que son bastante buenos y muy informativos para el fan que era yo entonces, cuando no sabía nada de nada.

Este continuo gota a gota sirvió para que mis expectativas hacia la grandeza de Sonámbulos fueran bastante altas. Tal vez excesivamente altas, algo que ya no me pasa porque hace tiempo que dejé de hacer este tipo de cosas. En la actualidad soy más capaz de juzgar el film con algo semejante a la objetividad, pero todavía mezclada con mucha nostalgia.

Un momento para procesar los tag-lines del póster original americano. Primero, una frase deliciosamente hortera: Se alimentan de tu miedo... y es hora de cenar (¡chan! ¡chan! ¡chaaan!). La segunda, un juego de palabras que parece mentira que alguien pensara que era ingenioso: "La primera historia de Stephen King escrita expresamente para gritar" (scream) en lugar de "la pantalla" (screen). ¿Es que el ingenio de los publicistas no tiene fin?

Dentro del desierto de sosería que fueron los 90, Sonámbulos es prácticamente una obra maestra. Con cierta perspectiva, este film de Garris es una entretenida película de terror con saludables dosis de humor negro. Este humor negro y las escenas sangrientas hacen que tenga cierto regusto de sensibilidad ochentera que supongo es la culpable en parte de que a día de hoy la película siga haciéndome disfrutar.

Cuando entré en una sala llena a reventar de ansiosos espectadores por ver esta creación de Stephen King (el único nombre que entonces nos sonaba de algo) acompañado de mi hermana y sus amigas (¡cómo me gustaban las amigas de mi hermana!) esperaba ver la película más aterradora de la historia (recordad que no era más que un recién adolescente). Sin embargo, aunque muy entretenida, resultó que Sonámbulos no era la película más aterradora de la historia, algo que no me importó ya que me había enamorado de Mädchen Amick en esta escena:



¿Qué queréis? Ya os he dicho que no era más que un imberbe adolescente, pero entre el baile y una sonrisa desarmadora, Amick podría haber hecho conmigo lo que hubiese querido (Mädchen, si estas leyendo esto: todavía no es demasiado tarde, aún estás a tiempo, lo hablamos y quedamos).

Aparte de este detalle, la historia era una vuelta de tuerca al tema de los vampiros, pero convirtiéndolos en unas criaturas mitológicas que habría sido interesante ver de nuevo en pantalla. Y cuando la madre, encarnada por Alice Krige (otra que también provoca pensamientos impuros), se hace cargo de la situación me quedé completamente enganchado.

Es divertida, es sangrienta y sale Ron Perlman. ¿Si no la hubiera visto de adolescente o si no fuera de Stephen King me gustaría igual? No lo sé, ni me importa. Pero eso no me impide recomendarla ahora que falta poco para que salga en Blu-ray. ¡Disfrutadla!


4 sept 2012

C.H.U.D.

C.H.U.D. (Douglas Cheek, 1984) es otra joya de los 80 que ha sobrevivido a pesar de una conflictiva producción, un título que podía alejar a espectadores y unos efectos algo cutres. Ha sobrevivido gracias a un buen guión, unos buenos actores y una buena dirección.

En castellano, las siglas C.H.U.D. se tradujeron como "caníbales humanoides ululantes demoníacos", para que coincidieran las letras. En inglés las siglas, traducidas, quieren decir "humanoides caníbales habitantes de los subsuelos", aunque luego en el film se descubre que significan también otra cosa, mucho peor. De todos modos, con semejante título, muchos de vosotros os habréis imaginado una serie B sangrienta donde los protagonistas se enfrentan a una serie de criaturas devoradoras de hombres, pero nada más alejado de la realidad.

La historia arranca cuando el capitán Bosch (Christopher Curry) empieza a investigar una serie de desapariciones en una zona particular de la ciudad, unas desapariciones que las autoridades le han "sugerido" que no investigue ya que al fin y al cabo se trata sólo de vagabundos. Una orden que no podrá cumplir por razones personales. Para investigar las desapariciones de vagabundos, Bosch se aliará con A.J. "el Reverendo" Shepherd (Daniel Stern), el cual dirige un comedor para pobres y es el primero en darse cuenta de que algo sucede entre aquellos que viven bajo tierra, en las cloacas y los túneles del metro. Paralelamente, el fotógrafo George Cooper (John Heard) descubre que algo extraño sucede entre los vagabundos cuando hace una serie de fotografías para un reportaje. Los tres acabarán descubriendo que en las cloacas han aparecido una serie de criaturas que no están dispuestas a quedarse bajo tierra durante más tiempo.

La película trabaja bastante el misterio y el suspense, logrando escenas bastante elegantes en este sentido. En cierta manera, C.H.U.D. podría ser el resultado de mezclar un buen episodio de Expediente X (The X Files, Chris Carter [creador], 1993-2002) con Subhumanos (Death Line, Gary Sherman, 1973). El argumento es, en parte, un homenaje a las películas de monstruos de los 50, añadiendo una capa de ecologismo y preocupación social que no interfiere con el disfrute de la película, formando parte del subtexto. Sin embargo, gran parte de la elegancia, o debería decir "elegancia", y suspense del film vino originado por los conflictos en la producción.

Originalmente, la idea para el film surge cuando se le ocurrió el título al guionista Shepard Abbott mientras estaba en una fiesta con Heard y Stern. Los tres desarrollaron el argumento y se lo presentaron al productor Andrew Bonime. A Bonime no le acababa de gustar como iba el guion y decidió despedir a Abbott y contratar a Parnell Hall. Esto no les hizo mucha gracia a Heard y Stern, los cuales estaban bastante implicados en el proyecto y ya habían firmado para participar. Nada contentos con el guion de Hall, Heard y Stern acabaron por reescribir ellos mismos parte del guion, improvisando gran parte de los diálogos.

Los conflictos no acabaron ahí. Heard y Stern también presionaron para que se contratara a Curry para interpretar a Bosch y a Cheek como director. Bonime finalmente aceptó y empezó el rodaje pero no se acabaron los problemas. El concepto original de los C.H.U.D. eran humanos con un aspecto enfermizo logrado gracias a un ligero maquillaje (hay una escena de la película en la cual se puede ver como era este concepto original), sin embargo Bonime no estaba nada contento con ello e insistió en convertir a los C.H.U.D. en enormes monstruos mutantes, quitándole realismo a la película. Los monstruos no es que tuviesen muy buen aspecto ni que fuesen muy creíbles, así que Cheek hizo todo lo que pudo para mostrarlos lo menos posible, lo que acabó beneficiando a la película que trabaja más el suspense. De todos modos, es cierto que en aquel entonces los monstruos deberían parecer muy cutres, pero hoy día tienen su encanto.

La implicación de Heard y Stern también hizo que las interpretaciones en esta película sean mucho mejores de lo que uno esperaría de un film como este. A lo largo del film van apareciendo rostros que luego alcanzarían una gran fama, como John Goodman, y todos los personajes están interpretados de forma sólida y creíble. Lo cual casa muy bien con el estilo creíble en que se desarrolla la trama.

Al parecer, a Bonime y New World Pictures la película les pareció demasiado bien construida ya que tras su estreno eliminaron escenas que tuviesen que ver con el desarrollo dramático de los personajes y reeditar el final. Por fortuna, la edición en DVD de Anchor Bay ofrece la película tal y como fue originalmente concebida.

C.H.U.D. es una sólida película de culto que mezcla terror y ciencia ficción, cuyo desarrollo la eleva por encima de otras películas de argumento parecido. Una interesante historia que ofrece grandes momentos (a pesar de las reticencias iniciales del director) como el enfrentamiento entre Lauren (Kim Greist), la novia de Cooper, con un C.H.U.D. en su apartamento.


3 sept 2012

Mile 81 de Stephen King


¿Sabéis lo que más me gusta de Stephen King? Que puede coger los argumentos más absurdos y ridículos y convertirlos en historias que te acabas creyendo a medida que lees. Esto se debe, creo, al estilo sencillo y directo de King, casi como si te estuviese contando la historia mientras estáis sentados tomando algo. Esto se nota especialmente cuando ves una adaptación cinematográfica/televisiva de una de sus novelas o de uno de sus cuentos y te encuentras la misma historia pero sin la voz de King.

Esto se hace evidente en el cuento (o novella) Mile 81, cuyo argumento, si os lo resumo en dos líneas, os parecerá una historia algo tonta, pero mientras te la cuenta King resulta tremendamente efectiva. Sólo os diré que, al igual que en Christine y Buick 8: Un coche perverso (su título en castellano sí que es perverso), gira en torno a un coche que no es lo que parece y el cuento no se parece en nada a lo que se os acaba de ocurrir.

Mile 81 fue publicada originalmente como e-book unos meses antes de que se publicara 22/11/63 en Estados Unidos. Pero yo no tengo kindle, ni lector de e-book, ni nada de eso, principalmente porque todo el rollo de los e-books me touch the balls bastante. Poco después salió en formato audio-book, con el añadido de que incluye como extras otra historia de King, The Dune (publicada originalmente en una publicación de la que ni tú ni yo hemos oído hablar), y un extracto de 22/11/63.

Como si fuera un serial de la radio me puse a escuchar la historia, solo, en plena noche, con una atmósfera que contribuyó a que me quedara hipnotizado con la narración. Por supuesto, parte del mérito está también en Thomas Sadoski, que hace una muy buena lectura de la historia. La película que se iba desarrollando en mi cabeza a medida que escuchaba el cuento era realmente espectacular y aterradora, pero no es el tipo de historia que pueda funcionar como película, a no ser que se altere profundamente y lo conviertan en algo más típico y convencional.

El formato audio-book resulta perfecto para los cuentos, en novela se puede hacer algo pesado, e ideal para cuentos como los de King. Así que si os apetece pasar alrededor de 90 minutos aterradores en la comodidad de vuestra hogar, os recomiendo encarecidamente este audio-book.


1 sept 2012

Alien de papel


Como muchos ya sabéis, soy un fan de la saga Alien. Bueno, soy fan de un montón de sagas, películas y franquicias, ya que en cuanto a cine se refiere me comporto con la misma contención que una ninfómana en un vestuario de jugadores de rugby. En todo caso, la saga Alien es una de las que soy más-más fan y si vosotros también sois seguidores de Alien o del terror o de los cómics, celebrad que Diábolo ediciones acaba de editar (con precio pre-subida IVA) Alien: La historia ilustrada.

Originalmente publicada en 1979 como un especial de la clásica Heavy Metal, esta adaptación del film de Ridley Scott es fantástica y nos llega ahora remasterizada en una nueva edición. El guion es muy fiel a la película, incluyendo escenas que fueron eliminadas de la versión cinematográfica (las versiones en cómic y las novelizaciones normalmente se escriben y preparan cuando la película está todavía en proceso de edición o se basan en versiones de guion previas a la definitiva), aunque (mucho) más tarde aparecieron en el montaje del director; en este aspecto es igual que las novelizaciones que escribiera Alan Dean Foster de las tres primeras películas de la saga (que sólo recomiendo a los muy, muy fans). Normalmente las adaptaciones en cómic de películas no son muy buenas, pero esta adaptación es una excepción, la única que creo que está a la altura es la versión en cómic del guion original que Frank Miller escribiera para la secuela de RoboCop (Paul Verhoeven, 1987), con dibujos de Juan José Ryp, publicada por Aleta ediciones hace unos años. Una historia de Miller que llevada al cine tal y como la había ideado podría incluso haber superado el film de Verhoeven.

Volviendo a Alien, el guion de Archie Goodwin es muy efectivo y realiza la transición de cine a cómic de manera acertada, pero recomiendo especialmente la compra de este álbum por el espectacular arte de Walter Simonson. Como fue editada por Heavy Metal, esta adaptación no está suavizada en ningún aspecto y el arte de Simonson, magníficamente reproducido en este álbum, alcanza toda su gloria en los momentos más icónicos de la película. He aquí unas muestras (imaginadlas tamaño álbum y a doble página):




Leí el album con la banda sonora de Alien que compuso Jerry Goldsmith sonando de fondo, lo que lo convirtió en una experiencia con grandes dosis de máximo disfrute. Repito: lo recomiendo a todo aficionado a Alien, los cómics y el terror.

Es posible que, una vez acabado de leer el álbum, te entren ganas de leer más cómics del universo Alien. Se han publicado muchas miniseries y especiales a lo largo de los años, pero voy a señalar aquí las que son para mí las mejores, las indispensables. Todas ellas son superiores en todos los aspectos a las entregas tres y cuatro estrenadas en cines y todas ellas fueron publicadas hace bastantes años por Norma Editorial, pero creo que se pueden encontrar en tomos recopilatorios. Nota: aunque las dos primeras fueron miniseries separadas, fueron publicadas seguidas por Norma Editorial en una maxiserie de diez números.

Aliens: esta miniserie sigue narrando la historia a partir del final del film de James Cameron. Nos presenta a Hicks como un amargado por las heridas sufridas en Acheron y a Newt viviendo encerrada en un manicomio, puesta ahí por las autoridades. Ripley está misteriosamente desaparecida. Además de los planes maquiavélicos de la Compañía, nos presenta una secta obsesionada con los Aliens y otros grandes hallazgos. Oh, sí, y la reaparición de los Space Jockeys, en una actitud muy parecida a la que décadas más tarde tienen en la precuela recientemente estrenada. Esta miniserie cuenta con un soberbio guion de Mark Verheiden y dibujos de Mark A. Nelson.


Aliens (libro dos): De nuevo Mark Verheiden en el guion, pero esta vez soberbiamente ilustrado por Denis Beauvais, con un arte que hace que te quedes varios minutos mirando una página. La historia sigue la iniciada en la miniserie anterior, con el complot para convertir los Aliens en armas y la Tierra infestada por estas criaturas, mientras Hicks y Newt intentan sobrevivir.


Aliens: Guerra contra la Tierra: Mark Verheiden culmina su historia en una miniserie de cuatro números ilustrada con el gran arte de Sam Kieth. Hicks, Newt y Ripley al frente de la reconquista de la Tierra infestada de Aliens. Cierre de una historia épica que habría sido alucinante ver en el cine.

El resto de las historias y miniseries son básicamente repetición de temas comunes, interesantes para los fans pero poco más. Más interesantes resultan los cómics Aliens versus Predators, pero eso es otra historia. Bonus Track: la versión disco del tema de Alien de Goldsmith. Porque soy un fan enfermo.