24 sept 2015

The Children

 
El género de los niños asesinos ha dado al terror grandes títulos como ¿Quién puede matar a un niño? (Narciso Ibáñez Serrador, 1976) o la delirante Cumpleaños sangriento (Bloody Birthday, Ed Hunt, 1981). The Children (Tom Shankland, 2008) -no confundir con Abrazo mortal (The Children, Max Kalmanowicz, 1980), también sobre niños asesinos- se encuentra entre las mejores, una película de terror cargada de angustia y suspense.

Elaine (Eva Birthistle) y Jonah (Stephen Campbell Moore), acompañados de sus hijos: la reluctante adolescente Casye (Hannah Tointon) y los pequeños Paulie (William Howes) y Miranda (Eva Sayer), van a pasar las fiestas navideñas en la gran casa que la hermana de Elaine, Chloe (Rachel Shelley), tiene en el campo, junto a la familia de Chloe: su marido Robbie (Jeremy Sheffield) y sus hijos Leah (Raffiella Brooks) y Nicky (Jake Hathaway). Todo parece ir perfectamente, hasta que los niños empiezan a actuar de forma extraña. Extraña y homicida.

The Children destaca particularmente, desde mi punto de vista, por la manera en que va cimentando la tensión y el suspense, mostrando de manera sutil los pequeños cambios que van experimentando los niños, aumentando progresivamente la intensidad. Y logra mantener el suspense cuando se desata la locura asesina de los niños, construyendo estupendas escenas de terror, gracias al trabajo del director Tom Shankland y el editor Tim Murrell. Porque es difícil, teniendo en cuenta la altura y la fuerza que puede tener un niño, hacer que la amenaza que representan sea real (a no ser que se refuerce con un gran número de niños) y consiga inquietar al espectador. Y este espectador se sintió muy inquietado mientras veía la película.


Por un lado, esta película destaca por la manera en que representa la peor pesadilla de cualquier padre/madre: ¿qué hacer cuando tu hijo o hija intenta matarte con unas tijeras? ¿el instinto de supervivencia es lo suficientemente fuerte como para enfrentarte al horror de matar a tu propio hijo? En este sentido, aquellos que tengan familia o sobrinos pequeños, lo pasarán muy mal (en el mejor sentido que puede tener viendo una película de terror). Por otro lado, los que no tengan hijos ni sobrinos, igualmente lo pasarán muy mal gracias a la perfecta ejecución de la historia.

Por mi parte, lo que me hizo disfrutar enormemente viendo esta película no fue solo la forma de construir el suspense y el terror de los cineastas, también la manera en que se deja de lado lo sobrenatural para explicar la conducta de los niños, y también se descarta la infección por residuos tóxicos como sucede en la mencionada Abrazo mortal. No entraré en detalles para no estropearle la película a nadie, pero me gustó la forma en que se trataba este aspecto, bien ligado a cómo va evolucionando la historia.

El reciente desastre con la distribución en España de John Wick (Chad Stahelski, David Leitch, 2014) me trajo a la memoria esta película, que de momento sigue inédita y hay que recurrir a las ediciones de importación para verla. En todo caso, es un film fantástico de terror que hará las delicias de los seguidores del género.


2 comentarios:

Ariadna dijo...

Otra que parece muy atrayente, intentaré informarme más sobre ella. El tema de los niños asesinos ha dado lugar muchas veces a películas fascinantes y aterradoras. La sola idea es aterradora: que estos pequeños seres, aparentemente indefensos, y a los que siempre se quiere proteger, puedan ser un peligro mortal... Claro que mi idea es que los niños no son tan inocentes como nos quiere vender la sociedad, de eso nada...

Raúl Calvo dijo...

Los niños pueden ser más Damien que Heidi, eso seguro. En esta película, como ya comento, se añade el horror de un padre/madre enfrentado a la posibilidad de tener que matar a su propio hijo, lo que le añade una capa extra de angustia a la peli.